La decisiva reforma eléctrica presidencial

 

 

Pedro Isnardo de la Cruz y Juan Carlos Reyes

 

 

 

“La política nunca es un problema solamente de decisión. Es un problema de colaboración, de producir consensos. Hay que aprender. Aceptar que hay decisiones que deben cambiarse.”

-Gianfranco Pasquino

 

El mercado de energía eléctrica en México lleva décadas desregulándose, incorporando en ese propósito reformas constitucionales.

El objetivo fue debilitar a la Comisión Federal de Electricidad.

Por tanto, la discusión parlamentaria y sobre todo la reflexión que se haga sobre este tema desde la sociedad civil es relevante para el país y su futuro.

Sin duda es una discusión amplia, ideológica, económica y jurídica.

Qué Estado mexicano necesitamos?

¿Ha generado bienestar social la participación del sector privado en los diversos procesos de la industria nacional?

¿Han bajado las tarifas o han sido más competitivas y justas para las y los consumidores promedio?

¿Con el esquema actual se garantiza el abasto suficiente para que la industria privada pueda crecer?

Es evidente que el modelo actual, producto de las reformas de Salinas, Calderón y Peña presenta distorsiones injustas, que benefician directamente a los grandes consumidores privados, repercutiendo el costo de este subsidio a la empresa productiva del Estado.

¿Se debe temer la estrategia jurídica de sus beneficiarios y quedarse cruzado de brazos?

De continuar esta ruta, la CFE será desmantelada y con ello la Rectoría del Estado en el desarrollo nacional.

Dos escenarios muy claros.

Escenario 1

Por los méritos de preservar la Rectoría del Estado que impulsa la Presidencia de AMLO y como resultado de la operación política eficaz que despliegue el nuevo titular de la Secretaría de Gobernación, el PRI se divide y se logran votos decisivos de otros partidos opositores, alcanzándose la mayoría calificada.

Asumiendo el costo político del desprestigio gubernamental de mantener a Manuel Bartlett en la Comisión Federal de Electricidad, AMLO impulsa -con justa razón-, la defensa constitucional de la Rectoría del Estado en materia eléctrica, frente a la fusión de intereses de plutocracias presidencialistas e iniciativa privada, buscando recuperar la regulación de un bien común vital para el presente y el futuro del país.

Escenario 2

Con la apuesta del PRI a su capital político en el Congreso federal y a la coalición opositora PAN/PRI/PRD en la elección de junio 2021 -y contra viento y marea de la 4T y a pesar de que el gobierno de divide los votos del PRI-, no se aprueba la Reforma Eléctrica lopez obradorista.

Lo que es imperativo más allá de ambos escenarios, es que no continúe el abuso por parte de los privados contra el patrimonio nacional.

Las y los legisladores federales pueden y deben mejorar la Iniciativa de Reforma para el fortalecimiento de la CFE propuesta por la Presidencia de AMLO y al ser aprobada por las fuerzas progresistas, abrirá nuevos horizontes:

Así, la iniciativa privada podrá tomar distancia de los poderes no tan secretos que siguen beneficiándose a espaldas del país

A su vez, desde la Rectoría del Estado se impulsarían políticas públicas e inversiones privadas alternas / sustentables, con actores sociales y privados nacionales e internacionales, para que transite México hacia la ruta del mundo: afrontar juntos la agenda del cambio climático.

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