Los lentes, ya sean oftálmicos o de sol, son herramientas esenciales para millones de personas en todo el mundo. Aunque su uso cotidiano puede parecer simple, el proceso de fabricación de los lentes es altamente técnico y requiere precisión milimétrica. Pero, ¿cómo se hacen realmente los lentes? En este artículo te explicamos el proceso paso a paso, desde la prescripción médica hasta el producto final.
¿Todo comienza con una receta óptica?
Sí. La fabricación de lentes ópticos comienza con la prescripción emitida por un optometrista u oftalmólogo. Este documento indica los valores de corrección visual que el lente debe tener, como: miopía o hipermetropía (medida en dioptrías) astigmatismo, adición para lentes progresivos o bifocales, distancia interpupilar (clave para un centrado exacto). Esta receta es esencial para fabricar lentes personalizados y garantizar que la visión del usuario sea óptima.
Material, Tallado y pulido: dando forma a la visión
¿Cómo funciona este proceso? Después de tener una exitosa consulta con tu optometrista de confianza, se debe de elegir la base o el famoso “armazón” ya sea de vidrio o de plástico, dependiendo el presupuesto. Entre los más famosos y mejor recomendados está el policarbonato, famoso por ser ultraligero y resistente.
Ahora bien, para el moldeado se inserta una lente en blanco en una máquina de tallado automatizada; la máquina da forma a la superficie del lente para ajustar el grado de curvatura necesario. Posteriormente, el lente se pule hasta lograr una superficie perfectamente transparente y libre de distorsiones. Este paso es crucial para garantizar la precisión óptica del lente.
Aplicación de tratamientos y recubrimientos
Una vez tallados, los lentes pasan por una serie de tratamientos opcionales pero altamente recomendables:
- Antirreflejante: mejora la visibilidad y reduce el deslumbramiento.
- Filtro UV: protege los ojos de los rayos ultravioleta.
- Tratamiento contra rayaduras: aumenta la durabilidad del lente.
- Filtro de luz azul: ideal para quienes pasan muchas horas frente a pantallas digitales.
Estos recubrimientos se aplican en capas ultrafinas y son fundamentales para la comodidad visual y la salud ocular. Recuerda siempre solicitar el equipamiento que solicite tu receta.
Montaje en la armazón
Por último, con los lentes ya terminados, llega el momento de montarlos en la armazón elegida por el usuario. Este paso también requiere precisión, ya que cualquier desalineación puede afectar la calidad visual. En ópticas modernas, este proceso suele realizarse con herramientas digitales que aseguran que los lentes estén perfectamente centrados respecto a la línea visual del paciente
El proceso de fabricación de los lentes combina ciencia, tecnología y precisión artesanal. Desde la evaluación médica hasta los recubrimientos especiales, cada paso está diseñado para garantizar una visión clara, cómoda y segura. La próxima vez que uses tus lentes, recuerda que llevas en el rostro un producto de alta ingeniería óptica.

