Las uvas, presentes en diversos platillos de temporada, son conocidas por sus variados colores y adaptabilidad a todos los gustos, desde ensaladas hasta postres, siendo indispensables en la tradición de comer 12 uvas en Nochevieja.
Estos pequeños frutos albergan nutrientes esenciales en cáscara, pulpa y semillas, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México. Fibra, vitaminas A, C, E, B1, B2, B3, B6, y minerales como calcio, fósforo, sodio, potasio, hierro, cobre, magnesio, y zinc, se encuentran en su composición.
La tradición de consumir 12 uvas en Nochevieja, asociada a pedir 12 deseos, se ha arraigado como ritual para dar la bienvenida al Año Nuevo. Este acto, apto para todas las edades, no solo cumple con costumbres, sino que también aprovecha las propiedades beneficiosas de las uvas.
Las propiedades de las uvas van más allá de su sabor distintivo. Con un efecto antioxidante, combaten el estrés oxidativo y reducen riesgos cardiovasculares. Además, gracias a su riqueza en fibra, las uvas favorecen la salud intestinal, actuando como poderoso laxante y equilibrando la flora intestinal.
Las variedades negras y rojas de uvas exhiben propiedades antifúngicas, inhibiendo el crecimiento de hongos en la piel u otras áreas del cuerpo. Su contenido elevado de sacarosa natural las convierte en una fuente de energía, ideal para consumirlas como snack en pequeñas porciones.
Finalmente, las semillas de uva, gracias a su alto contenido antioxidante y vitamina E, no solo contribuyen a retrasar el envejecimiento, sino que también mejoran la salud de la piel, fortalecen el cabello y benefician la vista. Así, las uvas revelan su versatilidad no solo en la cocina, sino también en el mantenimiento de la salud integral.
