La educación en nuestro país está atravesando por uno de sus peores momentos en su historia, dejando en rezago a millones de alumnos que cursan la educación básica, empobreciendo en gran medida la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades que beneficien a la productividad, no sólo personal, sino del país.
Actualmente el Planeta se encuentra inmerso en una grave crisis climática, siendo la educación ambiental una herramienta, para muchos, la principal, y con la cual deberíamos convivir día a día. El objetivo principal de la educación ambiental es aumentar la conciencia y el conocimiento de los principales problemas ambientales, al hacerlo, se brindan las herramientas necesarias para la toma de decisiones responsables a emprender.
Ahora bien, la educación ambiental nos permite involucrar de forma directa a las personas en el conocimiento o temas en particular, ya sea, protegiendo, conservando, aprovechando o restaurando su medio ambiente y recursos naturales, y como resultado, individuos que alcanzan un entendimiento más profundo sobre los problemas ambientales, siendo entes de cambio, mitigación y resiliencia.
Claro es, que para lograr mejores resultados, debemos avanzar sobre componentes base, por ejemplo: crear una mayor conciencia y sensibilidad ante los desafíos actuales; mejorar el conocimiento y entendimiento del ambiente; cambiar la actitud y motivación para enfrentar la problemática ambiental; ofrecer mayores habilidades para identificar y contribuir a resolver los retos ambientales; desarrollar e involucrar a las comunidades en actividades que contribuyan a resolver los conflictos que se viven localmente.
La educación ambiental es noble, ya que no defiende opiniones o posicionamientos particulares, al contrario, enseña a los individuos a balancear los distintos lados de una problemática mediante el pensamiento crítico, promoviendo sus habilidades para la toma de decisiones y alcanzar una solución real.
Desgraciadamente la educación ambiental no está incluida de manera formal en nuestro sistema educativo, con excepción de algunas carreras recientes, o contenida en diplomados y posgrados.
La educación ambiental debe ser un tema prioritario para México –no olvidemos que nuestro país cuenta con una gran diversidad natural y cultural-, lo que nos deja una gran responsabilidad. Se deben emprender los cambios necesarios para lograr un mundo más justo y solidario con el medio ambiente y recursos naturales. La educación ambiental debe centrarse en generar competencias y compromisos, no sólo ambientales, la sociedad y la geografía juegan un papel muy importante desde diversas perspectivas, teniendo como eje transversal la diversidad de nuestro país.
Sin duda necesitamos mayores educadores ambientales, pero nuestra responsabilidad social nos debe obligar a estar bien informados, participar de forma activa para mejorar las condiciones de nuestro entorno, y difundir los conocimientos necesarios para mejorar o solucionar las problemáticas ambientales actuales. La cultura ambiental empieza en nosotros, en nuestra casa, no ignores los gritos de nuestro Planeta, tus hijos y la madre Tierra te lo agradecerán.
