Órale Politics! – Covid 19: Ya de la patada el asunto y lo peor está por venir

Al día de hoy somos el país #13 con mayor número de contagios y el #4 con mayor número de muertes en el mundo, tan sólo detrás de Estados Unidos, Brasil e India. La pandemia del Covid 19 nos está pegando con todo en el área salud y los efectos en la economía ya se sienten: alrededor de un 9% va a decrecer nuestro Producto Interno Bruto para el 2020. Y se seguirán sintiendo.

 

Las cosas no están bien, los hospitales privados del país registran saturación, el cupo de los hospitales públicos se empieza a saturar y el personal de salud está agotado. El ciudadano promedio no es cuidadoso en su relación con los demás. Muchos de los que no usan cubrebocas en lugares concurridos o no ejercen la sana distancia en la medida de lo posible o no se lavan las manos constantemente actúan bajo creencias alejadas de la realidad que nos rodea, de la realidad que la Organización Mundial de la Salud califica de altamente peligrosa.

 

En la siguiente tabla podemos ver cómo ha evolucionado el impacto de la pandemia en los últimos ocho meses en nuestro país, en función de contagios y muertes, números oficiales, cifras redondeadas, considerando el promedio de los últimos 7 días de las cifras diarias. Del 30 de abril al 15 de diciembre de este año, el número de contagiados se ha incrementado en 6592% y el número de muertes en 6191%.  Ciertamente éstos y los números siguientes son cifras de pandemia y eso hay que tomarlo en cuenta cuando hagamos referencia más adelante la efectividad de las políticas de salud públicas en México.

Fecha 2020 # Total de Contagios Contagios, promedio diario, últimos 7 días # Total de Muertes Muertes, promedio diario, últimos 7 días
30-abr 19224 1084 1859 113
15-may 45032 1930 4767 230
31-may 90664 3149 9930 362
15-jun 150264 4309 17580 504
30-jun 226089 4954 27769 627
15-jul 317635 6090 36906 587
31-jul 424637 6622 46688 578
15-ago 517714 5973 56543 648
31-ago 599560 5122 64414 516
15-sep 676487 4804 71678 456
30-sep 743216 4738 77646 385
15-oct 834910 4346 85285 313
31-oct 924962 5452 91753 430
15-nov 1006522 5528 98542 502
30-nov 1113543 9169 105940 573
15-dic 1267202 10564 115099 604

 

En relación a los contagios se puede observar que del 15 al 30 de julio y del 30 de noviembre al 15 de diciembre han sido los periodos más pesados de Covid 19. El primero conformaría el pico de la primera ola de contagios, con un promedio diario de más de 6000 contagios. El segundo sería el periodo actual, el comienzo de la segunda ola de contagios, con un promedio diario mayor a los 9000 contagios. Ojo: este gran incremento en contagios se dio en buena medida por la implementación de pruebas masivas para detectar Covid 19 en la Ciudad de México. Pero las cosas de todas formas están mal y esto se percibe mejor en las cifras de muertes. En relación a las muertes, se observa que la primera ola fuerte de Covid 19 se dio entre el 30 de junio y el 15 de agosto, con un promedio diario de muertos en el rango de 570-650. El segundo periodo también sería el actual, con un promedio diario de muertos en el rango de 570-610.

 

En realidad es difícil afirmar que hubo dos olas de contagio/muerte en nuestro país. El promedio de contagios diarios entre el 30 de abril y el 15 de diciembre fue 5240, mientras que, para el mismo periodo, el promedio diario de muertos fue de 464. Para los contagios, a partir del 15 de junio el número promedio diario de contagios jamás bajó de 4300, mientras que a partir de la misma fecha, el número promedio diario de muertos jamás bajó de 310 personas. Esto implica que a partir del 15 de junio México alcanzó un “plano” que presentó un leve descenso del 30 de septiembre al 15 de octubre en término de muertes y que recientemente, a partir del 30 de noviembre, presenta una nueva elevación. Por lo que podríamos decir que una vez que se alcanzó un número significativo de muertes y contagios a mediados de junio, el asunto se mantuvo así hasta el 30 de noviembre, cuando las cifras de empeoramiento se pronunciaron.

 

Lo anterior explica los primeros lugares a nivel mundial en términos de contagios y muertes. En la mayor parte del mundo hubo dos olas de contagio y muerte, y la actual es la más poderosa. En México hubo una ola, misma que está repuntando actualmente. Como lo dije antes, esto es una pandemia y no importa el tipo de gobierno que tenga un país, las cosas no irán bien conforme los contagios y muertes avanzan. Pero eso no exime al gobierno mexicano de que las cosas vayan tan mal, sobre todo en el terreno de muerte. Aun así existen países cuyos gobiernos se han coordinado muy bien con sus respectivas sociedades para enfrentar exitosamente a la pandemia.

 

Lo peor que le puede suceder a un Estado-nación en tiempos de pandemia es que la elite gobernante esté dividida o que la sociedad esté dividida o que haya una pobre coordinación entre la sociedad y el gobierno para concretizar políticas coherentes y eficientes para controlar el Covid 19. Desgraciadamente en México, la elite gobernante está dividida, la sociedad está dividida y hay una pobre coordinación entre el gobierno y la sociedad para implementar políticas públicas de salud coherentes.

 

El primer responsable de todo el esfuerzo para controlar la pandemia es el gobierno. El gobierno mexicano es un gobierno débil, cuya políticas públicas de salud están llenas de deficiencias y contradicciones. El subsecretario de salud a cargo de coordinar los esfuerzos nacionales contra la pandemia es periódicamente contradicho por el presidente de la República y el subse también se contradice a sí mismo. El presidente dice que usará mascarilla hasta que se erradique la corrupción de México y hace de todo, menos predicar con el ejemplo.

 

El gobierno federal hace tiernos y lindos llamados a que la gente actúe por convicción, mientras que los gobiernos de otros países adoptan medidas sólidas para contener la expansión del contagio. Para convencer a un pueblo con bajos niveles de educación, como el mexicano, se necesita tiempo, tiempo con el que no contamos actualmente, si es que el objetivo central de dicha política de salud es salvar vidas. El discurso que afirma que no se impondrán medidas que violen los derechos humanos para que la oposición no acuse al gobierno de autoritario es un poco más tonto que surrealista: de todas formas lo acusan y lo seguirán acusando de autoritario.

 

El 12 de diciembre pasado, el presidente felicitó al pueblo mexicano por no haber acudido en millones a peregrinar a la basílica de Guadalupe. Lo puso de ejemplo y presumió su alto nivel de conciencia sobre la pandemia. Lo que no quiere reconocer o no sabe el presidente es que si no hubo gente en la explanada de la basílica fue por el gran poder de convocatoria de la iglesia católica. La iglesia dijo “no vengan” y el pueblo no fue. Punto. Todo esto mientras que en la tele salían escenas del centro histórico de la Ciudad de México atiborrado de gente a más no poder y también salían noticias sobre los niveles de saturación crecientes de los hospitales mexicanos.

Seamos claros, en México manda el crimen organizado, la iglesia y el ejército, en ese orden. AMLO llega en un honroso 4To lugar, echándole muchas ganas, pero cada vez más rezagado. Ni siquiera alcanza bronce, para que me entiendan.

 

Las cosas de la patada y se ponen peor: apenas comienza la temporada de contagio de la gripe y la influenza, más el Covid 19, claro está. Habrá que aprender algo del gobierno de Quintana Roo que, motivado por una pérdida económica fenomenal por un declive tremendo de la industria del turismo, ha implementado medidas bastante coherentes y cero autoritarias, basado en lineamientos claros y con sanciones adecuadas a los que les valga un cacahuate respetar las medidas más elementales durante esta pandemia: guardar la sana distancia en la medida de lo posible, usar cubrebocas, evitar reuniones de gente, tomar medidas de higiene básica, etc. Con o sin navidad, con o sin el año nuevo a la vista. La economía y la salud del estado está en grave riesgo y el horno no está para bollos.

 

Feliz año nuevo sin reuniones le deseo al apreciable lector. Nos vemos en enero del 2021, primero dios, como dice mi papá.

 

 

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