“Código mayor amor”

Hoy te saludo y te animo a cultivar pensamientos positivos, la vida está llena de sorpresas. Mira el hermoso cielo, ojalá pudieras ver los ríos, lagos y el mar; las flores y los animales. Este respiro del planeta está devolviendo su cauce a la vida.

Soy Daniel Valdez, sacerdote. Es viernes de la V semana de Cuaresma llamada también “Semana de la Pasión”. Y la Piedad popular conserva este día como Viernes de Dolores, por los dolores de la Virgen María.

  1. LEER

Juan 10, 31-42:

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.

Él les replicó:

«Les he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedrean?».

Los judíos le contestaron:

«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».

Jesús les replicó:

«¿No está escrito en su ley: “Yo les digo: son dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿dicen ustedes: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean, pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que comprendan y sepan que el Padre está en mí, y yo en el Padre».

Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.

Muchos acudieron a él y decían:

«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».

Y muchos creyeron en él allí.

  1. REFLEXIÓN

Corremos el peligro de acostumbrarnos a lo que Jesús vivió en su pasión y muerte. Con un simple “ya lo sé”. Cada uno de los Evangelista con su peculiar estilo nos hace ver que ante esa aterradora y desgarradora realidad el Hijo de Dios brilla en todo ello. Él es para que nosotros seamos. Jesús no solo hace obras. Es él que actúa en cada obra y se nos manifiesta como el que “es y está”.

Jesús no rehúye la aterradora realidad que le espera y no se dobla ante la desgarradora situación que su Madre y sus discípulos van a vivir.

Acaso alguno de ustedes se puede imaginar el trance de despedida de un padre, de un esposo o de un hijo que es ingresado a cuidados intensivos. Solo se miran, no se pueden tocar. El paciente se verá solo con su más terrible soledad acompañado solo por los equipos médicos dispuestos a luchar. Y el resto de la familia esperando que se haga todo lo que esté al avance de sus manos para poderlo salvar. Este viernes de Dolores a mi estas aterradoras y desgarradoras escenas vividas en otros países y que nosotros ya las conocemos al menos de oídas. Ayer así fue el ingreso de un hombre al hospital, no se dejaba intubar hasta que escribió una carta a su esposa, ella dijo: “hagan lo que sea necesario” y lloró desconsoladamente al leer la carta de su esposo. Cada uno de esos hermanos nuestros tienen un nombre y una historia. Cada uno de ellos quisiera junto con sus seres queridos salir victorioso.

Finalmente deseo dejar un fuerte y sentido mensaje a la luz de la afirmación de Jesús en el pasaje de este día: «Yo les digo: son dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿dicen ustedes: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”?»

Hay un gran movimiento violento, los judíos toman piedras, y Jesús les echa en cara su pretenciosa acción dando la máxima revelación, él es el Hijo de Dios, es Dios. Estamos ante la gran apertura de y la cerrazón de los judíos, lo peor es que lo hacen en el nombre de Dios. Cómo muchas cosas mistificadas se han hecho en el mundo en el nombre de Dios. La falta de fe les impide ver lo que Jesús revela en sus obras: misericordia, perdón, libertad y amor como alma del templo donde se da culto a Dios.

Jesús al decir “son dioses” ha citado el salmo 82, 6. Por lo cual llamar a un humano dios indica que tiene autoridad, poder, y ambas las recibe de Dios. El uso de esta palabra dioses, en hebreo está la palabra “elohim” y se traduce como señores o jueces. Por ejemplo, cuando Dios envío a Moisés a Faraón, Él dijo: “Mira, yo te he constituido dios para Faraón..” (Éxodo 7:1). Esto significa simplemente que Moisés, como mensajero de Dios, estaba hablando las palabras de Dios y por lo tanto sería el representante de Dios ante el rey. La palabra hebrea elohim se traduce como “jueces” en Éxodo 21, 6 y 22, 8, 9 y 28.

Este pasaje está diciendo que Dios ha puesto al hombre en posiciones de autoridad en las cuales ellos son considerados como dioses entre la gente, o como dicen en México: “que están tan cerca de Dios”. Debe recordarse que, aunque se sea  representante de Dios en este mundo, somos mortales y deberán dar cuentas a Dios por la manera en que usaron esa autoridad. La autoridad es para el servicio, es un carisma del Espíritu Santo. Y como decía madre Teresa de Calcuta: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. Jesús no vino a ser servido sino a servir, acaso ¿Hay mayor amor?

Amén, amén, Santísima Trinidad.

Padre Daniel Valdez García

*El Autor es Profesor en la Universidad Autónoma del Estado de México.

Estudió Sacerdote y Especialidad en Bioética en U.A.E.M.

Estudió en el Seminario Diocesano de Toluca.

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Twitter: @dhanielu

Facebook: Daniel Valdez García

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