Alemania y la transición a la economía verde

Mientras el gobierno del presidente López Obrador impulsa las energías fósiles con la promoción del uso del carbón, la construcción de una refinería y la inversión de recursos cuantiosos para “rescatar” a Pemex, la canciller alemana Merkel acaba de anunciar un extraordinario plan para impulsar la economía verde.

En 2021 Merkel se despide de su cargo, después de 20 años en la cancillería, con lo que pretende ser un legado histórico para las próximas generaciones y con ese fin ha decidido invertir 50,000 millones de euros, para transitar con mayor velocidad a la economía verde.

Años atrás, la canciller en Alemania había cerrado las plantas nucleares generadoras de electricidad y dado importantes pasos para la transición energética. Y con frecuencia y en distintos foros se ha enfrentado al presidente estadounidense Trump que desconoce la realidad del cambio climático.

Las encuestas muestran que para los alemanes su principal preocupación es la crisis del clima, producto a su vez de la crisis medio ambiental en el mundo. Alemania se ha quedado atrás en el cumplimiento de sus compromisos de la reducción de los gases con efecto invernadero, para el 2020.

Esta iniciativa, que va a tener un gran impacto en la vida de la sociedad alemana, está acordada entre los dos partidos de la “gran coalición” formada por el Partido Demócrata Cristiano (CDE) y el Partido Social Demócrata (SDP). Que ven como se fortalecen las otras fuerzas políticas.

La propuesta a más de los objetivos ambientales, que tienen una gran aceptación entre los alemanes, implica también efectos positivos en la modernización de la infraestructura y de la industria. Por ahora la inversión va a reactivar la economía que está cerca de la recesión. El gobierno ha dicho que cuenta con los recursos, para impulsar la propuesta sin necesidad de endeudarse.

Algunas de las medidas que se contemplan son la reducción drástica de las emisiones de CO2 a través de un conjunto de medidas relacionadas con el transporte y la construcción; abaratar el precio del transporte público; prohibir para 2030 la calefacción de gasóleo y a partir del 2025 todos los carros que se vendan deben ser eléctricos.

Para los movimientos ecologistas alemanes, que incluyen al Partido Verde, las medidas anunciadas se quedan cortas. Asumen que en el paquete hay buenas decisiones, pero que el gobierno quiere obtener mucho por la vía de las subvenciones y no a través de medidas vinculantes.

Merkel sostiene que “por un lado queremos que las medidas de protección del clima sean efectivas para cumplir con nuestros compromisos, pero por otro queremos ser económicamente sensatos y que las medidas sean socialmente aceptables de manera que todo el mundo pueda permitirse la protección ambiental”.

El gobierno del presidente López Obrador en materia ecológica camina en sentido contrario a como lo hacen los países más avanzados en el mundo. La legitimidad y simpatía de la que goza la pudo poner a favor de la transición energética y el impulso de la economía verde. No lo hizo ni tampoco lo va hacer. Vive en otra época.

Twitter: @RubenAguilar

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