En el Ecuador la primera vuelta, para elegir al presidente de la República, la ganó Andrés Arauz (1985) con 10 puntos de ventaja sobre Guillermo Lasso (1955), un empresario que ya había participado en otras elecciones.
En la segunda vuelta Lasso obtuvo la victoria con diferencia de cinco puntos sobre Arauz un ecuatoriano que vive en la Ciudad de México y se desempeñó como ministro en el gobierno de Rafael Correa (1963).
Correa gobernó por 10 años (2007-2017) en forma ininterrumpida. Lenin Moreno (1953), que dos veces fue su vicepresidente, le siguió en el cargo. Al arranque de su mandato (2017-2021) rompió con su antiguo compañero.
En la elección el gran derrotado es Correa y lo que él representa. Los analistas políticos consideran que hubo un claro voto en contra del ex presidente. La mayoría de los electores no quisieron que volviera al poder a través Arauz.
Lasso conectó con los electores desencantados con el correísmo y la política. La sociedad ecuatoriana decidió que gobernara un político con un proyecto de derecha frente al que planteaba uno de izquierda.
Decidió también tuviera contrapeso en el Poder Legislativo. El partido de Lasso, Creando Oportunidades, es minoría frente al partido de Correa, Unión por la Esperanza, y el partido Packakutic, que encabeza el líder indígena Yaku Pérez, que estuvo a punto de vencer a Lasso en la primera vuelta.
El nuevo presidente asume su cargo el próximo 24 de mayo en medio de una de las crisis más severas en la historia ecuatoriana. La pandemia y el mal manejo que se hizo de ella ha provocado desempleo y crecimiento de los índices de pobreza.
El lema de campaña de Lasso fue: “Emprendimiento, innovación y futuro”. Hasta ahora solo han sido vacunadas 183,000 personas y se ha comprometido a vacunar a nueve millones en los primeros 100 días de su gobierno.
Y a reactivar la economía y la generación de empleos a través del impulso al libre mercado y la inversión privada nacional y extranjera. Anuncia que va a buscar lo más pronto posible la firma de un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
Se propone dotar de plena autonomía al Poder Judicial y recapitalizar las finanzas públicas a través de una reforma fiscal. En el Ecuador hay un cambio de ruta a lo que se hizo en los últimos 15 años, sobre todo en los diez de Correa.
En 2020, la deuda pública representa el 63 % del PIB que cayó en 7.8 %. Los retos de Lasso son enormes, pero también las oportunidades de hacer las cosas mejor que los gobiernos anteriores. Y se verá.