La estrategia se implementará a partir del 2 de marzo en planteles del CCH y la ENP, y busca atender el bienestar emocional de los estudiantes.
Apoyo ante contextos de violencia y crisis
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció la creación del Programa de Salud Comunitaria para la Población Estudiantil, una nueva estrategia de atención a la salud mental en jóvenes de nivel medio superior. Este esfuerzo surge como respuesta a los retos emocionales y contextos de violencia que enfrentan los adolescentes, especialmente después de incidentes graves en los planteles.
El nuevo programa arrancará el próximo 2 de marzo en escuelas del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) y de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP). Su objetivo es fortalecer la capacidad de los estudiantes para manejar crisis personales o derivadas de su entorno escolar y social.
La salud mental en estudiantes de bachillerato es la frase clave de esta propuesta que, según la UNAM, busca construir espacios más seguros, empáticos y funcionales en la vida comunitaria de los planteles.
Equipos multidisciplinarios en cada escuela
El plan contempla la instalación de equipos de atención conformados por profesionales egresados de carreras como Psicología, Trabajo Social, Medicina, Pedagogía, Enfermería y Antropología. Estos equipos recibirán asesoría de consejeros y trabajadores sociales con experiencia en intervención comunitaria.
Cada equipo se encargará de detectar oportunamente signos de alerta entre la comunidad estudiantil. Realizarán tamizajes sobre salud mental, comportamiento disruptivo y consumo de sustancias, con la intención de canalizar de forma inmediata los casos que lo requieran hacia servicios como ESPORA Psicológica o, en su caso, al Sistema Nacional de Salud.
Atención presencial y digital
La estrategia incluirá atención tanto presencial como en línea, a través de una futura clínica digital cuya dirección electrónica se dará a conocer más adelante. Los equipos también escucharán a docentes y trabajadores, quienes podrán reportar situaciones que afecten a alumnos.
La coordinadora del programa, Andrea González Rodríguez, explicó que el enfoque se diseñó siguiendo lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se basa en evidencia científica, respeto a los derechos humanos y adaptación al contexto de cada plantel.
Protocolos flexibles y escucha activa
El modelo de atención contempla la creación de protocolos básicos que garanticen una atención rápida, clara y efectiva, sin caer en estructuras rígidas. González Rodríguez subrayó que el fortalecimiento de la comunidad escolar será clave para mejorar el bienestar emocional de los estudiantes.
“Una comunidad escolar sana mejora la salud mental de todos sus integrantes”, señaló. Además, destacó que la UNAM cuenta con recursos culturales, deportivos y académicos suficientes para apoyar a los jóvenes en momentos de crisis.
La salud mental en estudiantes de bachillerato, según el enfoque del programa, se puede trabajar desde la prevención, el acompañamiento y el fortalecimiento del sentido de colectividad.
Hacia una universidad más empática
El programa responde directamente a una demanda creciente entre los jóvenes por ser escuchados y recibir apoyo ante las dificultades actuales. González Rodríguez concluyó citando a Octavio Paz: “El mundo cambia si dos se miran y se reconocen”, para subrayar que el cambio inicia con el reconocimiento y la empatía dentro del entorno escolar.

