11 aniversario

László Krasznahorkai recibe el Nobel de Literatura 2025

La Academia Sueca reconoce su visión literaria ante el caos moderno

El escritor László Krasznahorkai Premio Nobel de Literatura 2025 ha sido galardonado por la Academia Sueca “por su obra cautivadora y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”. Con este reconocimiento, el autor húngaro, nacido en Gyula en 1954, se convierte en uno de los grandes referentes contemporáneos de la literatura centroeuropea. Su estilo reflexivo y profundo destaca frente a la velocidad del mundo actual, ofreciendo una narrativa que invita a detenerse y observar la condición humana desde la complejidad y la melancolía.

Krasznahorkai, conocido por su prosa densa y su mirada filosófica, ha retratado en su obra la transformación de Hungría desde la época comunista hasta la modernidad democrática. Su escritura, marcada por la introspección y la crítica social, ha sido traducida al español por Adan Kovacsics y publicada por la editorial Acantilado. En palabras del jurado, su literatura se sitúa en la tradición de autores como Kafka o Thomas Bernhard, explorando el absurdo, el exceso y la resistencia ante la descomposición moral de las sociedades contemporáneas.

Una literatura contra la prisa y el olvido

La decisión del Nobel subraya la importancia de una literatura que se opone al vértigo informativo de nuestro tiempo. Krasznahorkai ha defendido la lentitud como una forma de resistencia intelectual, consciente de que las generaciones actuales se enfrentan a la saturación de estímulos y la pérdida de concentración. En entrevistas recientes, el autor expresó su escepticismo sobre el lugar de la literatura lenta en el mundo moderno, aunque el reconocimiento de hoy contradice su pesimismo: su voz ha encontrado un espacio en la cúspide de las letras universales.

Entre sus obras más destacadas se encuentra Melancolía de la resistencia, un retrato simbólico de un pueblo enfrentado a la decadencia moral y política. El libro inspiró la película Armonías de Werckmeister, dirigida por Béla Tarr, con quien Krasznahorkai ha mantenido una larga colaboración artística. Su obra posterior, El barón Wenckheim vuelve a casa, confirma su capacidad para combinar lo grotesco y lo trascendental, abordando la fragilidad del individuo ante un entorno social en crisis.

El escritor, que reside entre Trieste y Viena, ha legado su archivo literario a la Biblioteca Nacional de Austria. Sus textos reflejan la lucha entre la desesperanza y la búsqueda de belleza, y su pensamiento combina una sensibilidad europea con influencias de la filosofía oriental. El jurado del Nobel destacó precisamente esa dimensión contemplativa, surgida de sus viajes a China y Japón, que dotan a su narrativa de una profundidad espiritual inusual en la literatura occidental actual.

Krasznahorkai sucede así a la surcoreana Han Kang, ganadora del Nobel en 2024, y se une a una lista de autores que han transformado la literatura moderna. Su galardón reafirma el valor del arte como refugio frente a la deshumanización y recuerda que, incluso en tiempos de prisa, la palabra puede seguir siendo un acto de resistencia.