El senador Gerardo Fernández Noroña, integrante de Morena, respondió con sarcasmo y desdén a las críticas por haber viajado en un avión privado durante su reciente gira por Coahuila, donde encabezó diversas asambleas informativas. El hecho generó controversia por contradecir los principios de austeridad republicana promovidos por su propio partido.
En conferencia de prensa desde el Senado de la República, Noroña justificó su traslado en un jet al asegurar que su agenda requería “moverse con mayor rapidez”, ya que visitó Torreón, Francisco I. Madero, Piedras Negras y Acuña. “Por supuesto que requería moverme con mayor rapidez”, declaró ante los medios, insistiendo en que no se utilizaron recursos públicos para el vuelo.
¿Qué dijo sobre la austeridad y la transparencia?
El senador reaccionó con irritación ante las preguntas sobre la posible incongruencia con los valores de su movimiento. “No, no, no, la compañera presidenta dijo claramente que cuando es necesario”, respondió aludiendo a Claudia Sheinbaum, presidenta de México, quien en ocasiones ha justificado el uso de aviones no comerciales para actos oficiales.
Sin embargo, su tono subió cuando los reporteros insistieron en saber quién pagó el vuelo. “Pregúntale al gobierno de Coahuila, que es quien subió el video de manera ilegal”, expresó. Luego, entre burlas, soltó:
“Me lo pagó Salinas Pliego. Me apoya. En este recorrido por el país, Salinas Pliego está de mi parte.”
Aunque la frase se interpretó como una ironía, sus comentarios encendieron más la polémica, al sugerir un desdén hacia la rendición de cuentas. Cuestionado sobre la falta de transparencia, Noroña se limitó a decir: “Yo voy a seguir recorriendo el país. No tengo nada que transparentar.”
¿Qué implicaciones políticas deja esta declaración?
El caso ocurre pocos días después del estreno del documental de Sheinbaum, “La transformación avanza”, donde la mandataria llama a no dejarse llevar por “el deseo de dinero, poder o fama”. Las palabras de la presidenta contrastaron con la defensa del senador, quien incluso expuso públicamente el uso de vuelos del Ejército para justificar su propia decisión.
“Me parece que cuando se requiere un vuelo privado, hay que hacerlo, punto”, concluyó Noroña, reafirmando que no ve “ninguna actitud incorrecta” en su actuar.
La polémica reabre el debate dentro de la Cuarta Transformación sobre los límites de la austeridad y la coherencia de sus representantes, especialmente cuando el discurso oficial insiste en el uso responsable de los recursos públicos y en mantener la cercanía con el pueblo.

