Las intensas lluvias en Lerma provocaron daños en 293 viviendas de las colonias San Pedro Tultepec y Guadalupe de Lerma. Los vecinos reportaron pérdidas materiales y dificultades para acceder a sus hogares, mientras que las autoridades municipales aseguraron haber desplegado “acciones de apoyo”. Sin embargo, los afectados señalan que la respuesta gubernamental ha sido insuficiente y tardía, dejando a la población en medio de la contingencia.
¿Qué medidas tomó el gobierno?
El alcalde Miguel Ángel Ramírez Ponce indicó que se identificaron 12 puntos rojos durante la temporada de lluvias y que se implementó el Plan DN-III en San Pedro Tultepec para mitigar la situación. Aun así, los vecinos aseguran que los operativos fueron limitados y que la asistencia llegó de manera desorganizada, lo que generó críticas sobre la ineficiencia municipal frente a fenómenos naturales previsibles.
¿Por qué falló la prevención?
El gobierno municipal afirmó que ha trabajado en programas de prevención, pero las lluvias “atípicas” habrían rebasado sus esfuerzos. Expertos y ciudadanos coinciden en que la falta de planificación y mantenimiento en desazolves y limpieza contribuyó al desbordamiento de calles y al aumento de afectaciones. Además, los trabajos realizados por la administración estatal llegaron tarde, lo que demuestra una coordinación deficiente entre niveles de gobierno y falta de previsión frente a emergencias.
Los habitantes afectados de San Pedro Tultepec y Guadalupe de Lerma denuncian que el municipio no solo reaccionó con retraso, sino que tampoco ofreció información clara ni medidas de apoyo suficientes, mientras que las calles inundadas y los daños en viviendas continúan afectando la vida cotidiana de cientos de familias.
En conclusión, la reciente temporada de lluvias evidenció las carencias del gobierno municipal en Lerma. La combinación de preparación insuficiente, retrasos en la intervención y falta de coordinación con instancias estatales dejó a los ciudadanos en situación de vulnerabilidad, cuestionando seriamente la capacidad de las autoridades para proteger a la población frente a fenómenos naturales previsibles.

