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¿Por qué el hielo puede causar quemaduras en la piel?

Cuando pensamos en una quemadura, solemos asociarla con el fuego o el calor extremo. Sin embargo, el hielo también puede provocar lesiones similares conocidas como quemaduras por congelación o frostbite. Este fenómeno ocurre porque el hielo absorbe el calor corporal de manera muy rápida, generando daños en las células y tejidos de la piel.

El mecanismo detrás de una quemadura por hielo

El efecto del hielo en la piel no es tan inofensivo como parece. Estas son las principales razones por las que puede causar daño:

1. Transferencia rápida de calor

El hielo, al encontrarse a una temperatura muy inferior a la corporal, extrae calor de la piel a gran velocidad. Esta pérdida abrupta de energía térmica desencadena el proceso de congelación en las células.

2. Formación de cristales de hielo en las células

Cuando el agua que está dentro de las células se congela, se generan cristales afilados que rompen las membranas celulares. Este proceso altera la estructura del tejido cutáneo y provoca lesiones similares a las de una quemadura térmica.

3. Contracción de los vasos sanguíneos

El organismo, para conservar el calor central, reacciona al frío extremo estrechando los vasos sanguíneos. Esto reduce el flujo de sangre, oxígeno y nutrientes hacia la zona afectada, acelerando el daño.

4. Daño celular irreversible

La combinación de congelación, ruptura de las células y falta de oxígeno en los tejidos conduce a la muerte celular, ocasionando necrosis y lesiones comparables a las provocadas por el fuego.

¿Cuándo puede producirse una quemadura por hielo?

Existen distintas situaciones cotidianas o ambientales en las que este tipo de lesiones puede aparecer:

  • Contacto directo y prolongado: sostener un cubito de hielo demasiado tiempo con los dedos o aplicar una compresa fría directamente sobre la piel sin protección puede generar quemaduras.

  • Condiciones climáticas extremas: la exposición prolongada a temperaturas bajo cero, la nieve o los vientos helados favorece la aparición de frostbite, especialmente en manos, pies, nariz y orejas.

Cómo prevenir las quemaduras por congelación

  • Evita el contacto directo: nunca coloques hielo directamente sobre la piel; utiliza siempre un paño o tela como barrera.

  • Protección en climas fríos: usa guantes, bufanda y ropa adecuada para minimizar la exposición al viento y bajas temperaturas.

  • Tiempo controlado: limita la aplicación de compresas frías a periodos cortos, alternando con descansos para que la piel recupere su temperatura.