Abbott endurece respuesta ante manifestaciones en ciudades texanas
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en Texas ante las protestas convocadas en diversas ciudades del estado contra las recientes redadas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump. Abbott afirmó que el derecho a la protesta pacífica está garantizado, pero advirtió que no se permitirán disturbios ni actos violentos.
“La protesta pacífica es legal; dañar a una persona o propiedad es ilegal y conllevará arresto”, escribió el mandatario estatal en su cuenta oficial de X (antes Twitter). La medida posiciona a Texas como el segundo estado con presencia militar en sus calles, aunque a diferencia de California, el despliegue cuenta con el respaldo total del Ejecutivo local.
El miércoles está prevista una protesta en San Antonio, mientras que el sábado se esperan movilizaciones simultáneas en Houston, Dallas y Austin. Las manifestaciones coincidirán con el desfile militar nacional en Washington, organizado por el presidente Trump para celebrar los 250 años del Ejército de Estados Unidos y su cumpleaños número 79.
Trump lanza advertencia y amenaza con Ley de Insurrección
En un tono más severo, el presidente Donald Trump adelantó que no permitirá manifestaciones durante el desfile y advirtió que quienes participen “se enfrentarán a una fuerza muy grande”. Esta declaración se suma a la decisión previa de desplegar 4,000 elementos de la Guardia Nacional y 700 marines para contener las protestas, acción que fue rechazada por el gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quienes calificaron la medida como provocadora y excesiva.
Además, Trump ha amenazado con invocar la Ley de Insurrección, un recurso legal que le permitiría utilizar al Ejército en suelo estadounidense para reprimir protestas civiles, una decisión que podría escalar aún más la tensión política y social
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Las protestas contra las redadas, que comenzaron el viernes en Los Ángeles, se han extendido rápidamente a otras ciudades como Nueva York, Chicago, Denver, Las Vegas, Filadelfia, Boston, Atlanta y Washington, donde también se reportaron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Tensión diplomática entre México y EE.UU.
En medio de este escenario, la relación entre México y Estados Unidos se ha tensado aún más. La secretaria de Seguridad Nacional, Kriti Noem, acusó a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum de “alentar” las protestas en suelo estadounidense, señalamiento que fue rechazado tajantemente por la mandataria. “Nunca he llamado a protestas violentas. Condené la violencia venga de donde venga”, respondió Sheinbaum, asegurando que sus declaraciones fueron sacadas de contexto.
Durante las manifestaciones en Los Ángeles, la bandera mexicana se ha convertido en un símbolo de resistencia para la comunidad migrante. Mientras que para muchos representa la diversidad del país, sectores conservadores y la propia Casa Blanca lo ven como una “provocación” o un signo de una “invasión migratoria”.
Las autoridades locales en Los Ángeles incluso decretaron un toque de queda en el centro de la ciudad, intentando controlar una situación que ha sido “incendiada” por el discurso del presidente, según afirmaron varios funcionarios.
Las protestas siguen creciendo en intensidad y alcance, mientras el gobierno federal de Estados Unidos endurece su postura. En Texas, el despliegue de la Guardia Nacional continuará al menos hasta el fin de semana, con especial vigilancia en las ciudades que registren movilizaciones.
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