“La primera igualdad es la equidad”

Daniel Vergara

Por: Daniel Vergara.

Ninguna persona racional negaría que ser mujer en la sociedad occidental moderna conlleva a un conjunto único de dificultades.

Pregúntele al hombre promedio: ¿Qué tipos de desafíos sobrelleva ser mujer?
¿Quién podrá enumerarlos con facilidad? Las mujeres son vulnerables a la violencia física, agresión sexual, objetivación y ser ignorada en sus áreas de trabajo, teniendo que equilibrar la carrera profesional y la maternidad con muchas otras cuestiones, los hombres conocen estos desafíos, debiendo ser más empáticos y sensibles a los problemas de otras personas, porque la sociedad ha hecho un esfuerzo.

Durante muchas décadas se fortaleció que los hombres sean conscientes de las dificultades asociadas a ser mujer, este es un paso positivo, en la comprensión, y generaliza una mayor armonía entre todos los seres humanos y la pregunta que se debe hacer es:

¿El esfuerzo que los hombres hacen para sentir empatía con las mujeres, está siendo correspondido? ¿O es solo de un sentido?

A nivel social; ¿Las mujeres están realmente interesadas en escuchar acerca de las dificultades que enfrentan los hombres?

Todavía hay un segmento de la población femenina que diga que ser hombre soporta un desafío significativo, afirman que nuestra sociedad es un patriarcado y que cada hombre es el beneficiario del privilegio masculino, después de todo: “Los hombres no tienen que lidiar con la violencia doméstica” o agresiones igual que la mujer; ¿De qué tiene que quejarse?

Mientras que puedan admitir que hay varias preocupaciones dignas en torno a cuestiones como la custodia de los hijos, la falsa paternidad y el suicidio masculino, en su mayoría, estos problemas se dejan de lado como insignificantes, frente a lo que se afirma, son problemas mucho más importantes los que enfrentan las mujeres, a pesar que esta perspectiva feminista radical se está reduciendo continuamente en legitimidad y relevancia, incluso la mujer promedio todavía tiene dificultades para comprender los desafíos cotidianos que enfrentan los hombres.

Podría sorprender a las mujeres descubrir que lejos de sentirse privilegiadas, muchos jóvenes se sienten sin poder y alienados del mundo que los rodea, se ha avanzado para alentar a los hombres a abrirse sobre problemas de salud mental y sentirse más cómodos expresando sus emociones, pero como sociedad todavía somos reacios a reconocer la razón principal por la que los hombres jóvenes tienen dificultades para tener citas.

Esto será una sorpresa para la mayoría de las mujeres, ellas no ven evidencia de sus propias vidas, de que los hombres están luchando para salir con mujeres, para ellas, parece que los varones tienen todo el poder, ellas piensan que el individuo no se comprometerá, de que el hombre ni siquiera se da cuenta de ella, dado el dominio que tiene este, le cuesta convencerla de que los hombres lo tienen complicado, sin embargo, este es realmente el problema.

Toda su atención está fijada en el hombre de primer nivel, que desea, pero que no puede hacer que él, la desee de vuelta.

No piensa en sus semejantes que en el fondo ella no anhela, ellos son esencialmente invisibles para ella, y, por lo tanto, se piensa poco o nada en sus dificultades, empero estos hombres invisibles no son un grupo menor, minoritario general, ellos son de hecho la mayoría.

La palabra hipergamia, se refiere al instinto femenino de encontrar pareja de la más alta calidad social o económica que puedan atraer, desde un nivel biológico las mujeres buscan emparejarse con los mejores hombres de la sociedad: Un hombre que sea alto, exitoso y guapo, disfrutará de mucha atención femenina debido a la hipergamia, quién no querrá estar con él, después de todo él es un ganador, desafortunadamente para que algunos hombres sean ganadores, debe haber muchos perdedores.

Este fenómeno no es completamente exclusivo de los hombres, todos pueden reconocer que algunas mujeres son más deseables que otras, la principal diferencia es una, que, en la escala según los sitios de citas web, el 80 % de los hombres son calificados por las mujeres por debajo del promedio, cifras como estas confirman lo que los biólogos evolutivos han estado diciendo durante años, que las mujeres tienen ojos para los hombres de primer nivel.

Así que, si eres un hombre triunfante, tener citas es fácil, pero: ¿Dónde deja esto al otro 80% de los sujetos que no pueden hacer que las mujeres siquiera los volteen a ver?

Comúnmente los deja con depresión, soledad y resentimiento desde una perspectiva puramente biológica, uno de los mejores indicadores de éxito como organismo es su capacidad para conquistar a una pareja, reproducirse y transmitir sus genes, acaso es sorprendente que los hombres que lucharon por cautivar a su pareja se sientan que son fracasados.

Con demasiada frecuencia nuestra sociedad demoniza la sexualidad masculina y celebramos la sexualidad femenina como empoderadora y hermosa, sin embargo, la sexualidad masculina se ve como envilecida y fuera de control.

La sexualidad masculina es tan válida como la sexualidad femenina, todos los seres humanos quieren sentirse conectados entre ellos y el sexo, es una de las principales formas que los hombres sienten esa conexión, los hombres jóvenes no solo están insatisfechos emocionalmente, tienen un fuerte deseo de estar con las mujeres que lo rodean; sin embargo, se sienten invisibles, este sentimiento de ser completamente ignorados como prospecto por el sexo opuesto, es una experiencia exclusivamente masculina y una que pocas mujeres podrán entender.

Esta necesidad de insatisfacción sexual, invalidación emocional, hace que los hombres sean vulnerables a la explotación de industrias creadas para separar a estos semejantes de su dinero, se habla mucho del aprovechamiento de las trabajadoras sexuales y sin duda hay una justificación para esto, pero: ¿Qué pasa con el otro lado de la historia? ¿Qué pasa con la explotación de los hombres que son víctimas de estas industrias?

Prostitutas, stripper y otras trabajadoras sexuales, tienen mucha práctica de dar a los hombres la intimidad emocional y sexual que anhelan a cambio de dinero, por supuesto la intimidad es un acto, no hay nada auténtico en estas interacciones, pero muchos hombres están dispuestos a pagar mucho dinero por la ilusión.

Hasta hace poco, muchos hombres se sentían tan avergonzados de sus fracasos que no hablaban al respecto, se guardaban su dolor con un costo personal masivo, incluso si un hombre se quería abrir a sus dificultades no estaba seguro de que la sociedad en general que lo rodeaba estuviera interesado en escucharlo.

La verdad es que la humanidad ha tenido un gran interés en cerrar los oídos a los problemas que enfrentan los hombres. A fin de que las cosas sigan funcionando como están, la sociedad necesita que estos hombres continúen participando principalmente por razones meramente financieras.

La idea del privilegio masculino era un ataque eficaz para silenciar las quejas de estos hombres de que su recompensa no fue acorde a su contribución, la historia ha demostrado que a medida que las cosas mejoran, hacemos más espacio para escuchar el dolor de grupos, previamente pasados por alto, ya sean minorías étnicas, mujeres, homosexuales, etcétera, ha llegado el momento en que nosotros como sociedad debemos tener el espacio y la compasión para escuchar a los hombres detallando las dificultades relacionadas con ser un varón y comprender un grave problema social, del porqué los hombres incluso se suicidan más que las mujeres.

“No son dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son simplemente, distintos”. (Gregorio Marañón).
Abogado Penalista, especialista en Derechos Humanos.
@DanielV13802115