El daño ambiental producido por el Tren Maya

M.C. y H. Oswaldo Rodríguez Amaya

 

Durante los últimos días ha llamado la atención las diferentes protestas que se han dado entorno al Tren Maya, pues algunos especialistas y ciudadanos han señalado que la obra está muy alejada de ser inclusiva con las comunidades indígenas, así como de respetar el medio ambiente.

 

Durante inicios de esta semana, algunos activistas de diferentes organizaciones no gubernamentales demandaron la suspensión inmediata de un tramo en construcción de la obra del Tren Maya al asegurar que se ponía en riesgo la selva, el agua y los cenotes y que, a su vez, el Gobierno Federal no está preponderando la protección al ambiente.

 

Dentro de las organizaciones no gubernamentales que se manifestaron, se encuentra Greenpeace, quienes con acciones concretas inmovilizaron la maquinaria que se encuentra en la construcción de tramo 5, en el estado de Quintana Roo; lo anterior ante el supuesto de que la obra carece de una Manifestación de Impacto Ambiental objetiva y fundada en estudios científicos, por lo que debería de suspenderse.

 

Es importante mencionar que las fotografías que han sido difundidas por medios de comunicación sí dan muestra de la gran tala de arbolado que ha habido, así como los impactos que se ocasiona a la fauna de esta zona, la cual es importante mencionar es muy rica en muchos sentidos, pues, según lo manifestaron, los cenotes que albergan la vida, se destruirán, las especies como el jaguar, símbolo de la herencia cultural maya, se quedaran sin su único hogar.

 

Al mismo tiempo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador reiteró su cuestionamiento a dichos artistas y manifestantes que no se pronunciaron por decisiones de gobiernos del pasado que dieron concesiones para parques naturales en la región maya, por lo que, a su forma, el presidente se defendió de los artistas que lo critican por la tala de arboles y argumenta que no se afecta al medio ambiente ni habrá destrucción de la selva.

 

En el sentido anterior, el presidente pareciera que, aunque no lo acepte de forma tacita, sí menciona que hubiera un impacto ambiental, pues en las mañaneras de días anteriores, ha señalado que, no hay destrucción de la selva, que es una brecha de, cuando mucho 50 kilómetros de los 1,550 kilómetros, además de que ha mencionado que no es monte alto, no es selva, es un acahual, sin embargo, lo que se muestra en las fotografías si es una realidad que se muestra un daño ambiental que esperemos sea compensado por la autoridad, pues dicho por él, sí se están plantando arboles en otras zonas colindantes.

 

Seguramente será aun en los siguientes días cuando siga la controversia sobre esta obra monumental del presidente y que forma parte de los ejes principales de su gobierno, sin embargo, es importante mencionar que siempre se deberá de buscar un equilibro entre el derecho humano a un ambiente sano y el desarrollo económico de las regiones. Al tiempo.