Consecuencias metabólicas de las dietas hiperproteicas

Jarabe Tapatío

Las dietas ricas en proteínas se han puesto de moda tras la idea de que “dan resultados rápidamente”, en realidad logran conseguir pérdida de peso, sin embargo, el problema radica en que la mayoría de sus seguidores desconoce los riegos a los que exponen para la salud.

La proteína es un macronutriente esencial necesario para el crecimiento y el mantenimiento del organismo, pero sabes ¿cuánta proteína nos hace falta a diario? ¿Cuáles son las mejores fuentes? ¿Cómo nos puede perjudicar un exceso en la dieta?.

Las proteínas nos proporcionan aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede producir. Su ingesta adecuada es muy importante, sobre todo durante la infancia, la adolescencia, el embarazo, la lactancia y la vejez. A su vez, los adultos medios las necesitan solo para recuperar la cantidad de estos macronutrientes que se pierde debido a la actividad diaria.

sin embargo, el consumo excesivo de estas produce un incremento en la excreción neta de ácidos, lo cual a su vez aumenta la excreción urinaria de calcio. Los efectos de la dieta sobre la excreción urinaria de ácidos y de calcio no sólo dependen de la cantidad de proteínas, sino que también pueden ser modificados por otros constituyentes de la alimentación, tales como el potasio y los equivalentes alcalinos de bicarbonato contenidos en las frutas y hortalizas.

La deficiencia de estas bases de potasio en la dieta aumenta la carga ácida sistémica producida por las proteínas. En consecuencia, el resultado de una ingesta elevada en proteínas o bien deficiente en frutas y hortalizas es la generación de acidosis metabólica crónica, la cual, aún siendo de bajo grado, tiene efectos deletéreos sobre el organismo, incluyendo retardo del crecimiento en niños, disminución de la masa ósea y muscular en adultos, y formación de cálculos renales.

Es necesario consumir suficiente proteína para prevenir la desnutrición a medida que envejecemos además para mantener la masa muscular, pero en los últimos años se ha implementado esta práctica  para acelerar el metabolismo y la pérdida de peso, aunque no todos han tenido éxito.

Por otro lado, la industria de los suplementos nutricionales también promueve las dietas altas en proteínas, y muchos atletas las toman como el estándar establecido para el desarrollo muscular y/o la reducción de la grasa corporal. Sin embargo, algunos científicos afirman que consumir suplementos proteicos en exceso o seguir una dieta proteica puede causar problemas de salud.

En la lista de alimentos ricos en proteínas figuran: la carne, el pescado, los huevos, las aves, los productos lácteos, los frijoles, las nueces, los cereales.

La cantidad ideal de proteína que se debe consumir diariamente es bastante incierta. Pero normalmente se recomienda ingerir 56 gramos por día a los hombres y 46 gramos a las mujeres. Puedes encontrar esta misma cantidad en una porción de yogur griego bajo en grasa, una de pechuga de pollo magra y en un tazón de cereales con leche descremada, esta recomendación es reconocida por muchos dietólogos para calcular la cantidad diaria recomendada basándote en el peso corporal. Según esta fórmula, debemos consumir 0,8 gramos de proteína por kilo de peso para los adultos, 1,5 gramos para los niños y 1,0 para los jóvenes.

Por ello, en caso de que se opte por un régimen de este tipo, se aconseja hacerlo bajo control médico, realizando analíticas para hacer un seguimiento y con los suplementos nutritivos necesarios que ayuden a compensar las posibles deficiencias nutricionales.

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