Tras denunciar el secuestro por ocho días de dos zapatistas a manos de una “organización paramilitar al servicio del Estado”, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha avisado que Chiapas está “al borde de la guerra civil”. En un comunicado firmado por el subcomandante Galeano, el EZLN acusa al Gobierno estatal de intentar sabotear la salida de la delegación zapatista La Extemporánea que participa en una gira por Europa, al ordenar el plagio de dos de sus miembros. Ante ello, los zapatistas han convocado a una manifestación el próximo viernes 24 de septiembre frente a las casas del Gobierno de Chiapas y las embajadas y consulados de México.
“Para otra ocasión ya no habrá comunicado, o sea no habrá palabras, sino hechos”, advierte Galeano desde las montañas del sureste mexicano. El comandante zapatista acusa a la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao) de privar de su libertad, del 11 al 19 de septiembre, a Sebastián Núñez Pérez y José Antonio Sánchez Juárez, autoridades autónomas de la Junta de Buen Gobierno de Patria Nueva, en Tuxtla Gutiérrez. Sostiene que el Estado ordenó el secuestro para “provocar una reacción del EZLN con el fin de desestabilizar un Estado cuya gobernabilidad pende de un hilo”. Además denuncia que los plagiados fueron despojados de un equipo de radio y 6.000 pesos en efectivo que pertenecían al Gobierno autónomo.
Su liberación fue posible gracias a la intervención de organizaciones defensoras de los derechos humanos y de los párrocos de San Cristóbal de las Casas y de Oxchuc, pertenecientes a la diócesis de San Cristóbal, afirma el comandante.
“Ante la acción y omisión de las autoridades estatales y federales frente al crimen actual y los anteriores, tomaremos las medidas pertinentes para que se aplique la justicia a los criminales de la Orcao y funcionarios que los apadrinan”, sentencia.
El EZLN acusa que los responsables del secuestro pertenecen a una “organización político-militar de corte paramilitar”, que tiene uniformes, equipos y armas “obtenidos con el dinero que reciben de los programas sociales”. “Se quedan con una parte y la otra la dan a los funcionarios para que publiquen que se está cumpliendo con el asistencialismo. Con esas armas, disparan todas las noches contra la comunidad zapatista de Moisés y Gandhi”, añade.
El subcomandante también responsabiliza al Gobierno de Rutilio Escandón de reprimir “con lujo de violencia” a los normalistas rurales y sabotear “los acuerdos tomados entre el magisterio democrático y el Gobierno federal, orillando a los maestros a movilizarse radicalmente para que se cumplan dichos acuerdos”. Además sostiene que “sus alianzas con el narcotráfico provocan que las comunidades originarias se vean obligadas a formar grupos de autodefensa, porque el Gobierno nada hace para preservar la vida, libertad y bienes de los pobladores”.
“El Gobierno de Chiapas no solo solapa a las bandas de narcotraficantes, también alienta, promueve y financia a grupos paramilitares como los que atacan continuamente comunidades en Aldama y Santa Marta”, continúa. Por otro lado, acusa que la política de vacunación es lenta y desordenada y “está provocando inconformidades entre la población rural y que no tardará mucho en explotar”, mientras los “funcionarios están robando todo lo que pueden del presupuesto estatal”. Finalmente, plantea que si el Gobierno estatal busca desestabilizar al federal “es mejor que recurra a la consulta de revocación de mandato”.
La delegación zapatista La Extemporánea partió el pasado lunes 13 de septiembre en avión desde la Ciudad de México con destino a Europa para continuar con su “lucha por la vida”. Está conformada unas 140 personas divididas en 28 equipos, formados por cuatro o cinco personas cada uno. Su objetivo es cubrir diferentes puntos del viejo continente a lo largo de las próximas semanas. Su ruta inició en Viena (Austria), donde se manifestaron para exigir la liberación de sus compañeros secuestrados la mañana del 11 de septiembre en la delegación zapatista aérea de la capital del país.
La expedición continúa el trabajo del Escuadrón 421, que el pasado 11 de septiembre regresó a México después de más de 50 días de viaje y cuatro meses de gira por distintas ciudades de Europa. A inicios de mayo, el escuadrón partió desde las montañas de Chiapas, en el sureste mexicano, a bordo del velero La Montaña con la meta de completar una travesía inversa a la que hace más de 500 años hicieron a través del Atlántico los conquistadores que invadieron América.
Con información de El País