Posponer la tragedia

 

 

Por Adriana Delgado Ruiz

 

 

 

¿Porqué llevamos tantas décadas reaccionando en vez de prever los desastres que tenemos cada año? El costo ha sido mucho más alto en vidas, tragedias y recursos económicos. El Proyecto de Presupuesto 2022 asigna 9,054 millones de pesos para el Fonden, que ya no existe como tal, pero serán administrados por la Secretaría de Hacienda y únicamente dos millones a la Política de Desarrollo Urbano y Ordenamiento del Territorio. El presupuesto de la dependencia encargada de ello, la Sedatu, sería 22 por ciento menor.

El 90 por ciento de la población mexicana vive en riesgo por diversos tipos de desastres: sismos, volcanes, sequías extenuantes e inundaciones cada vez más catastróficas. Con ese panorama, 145.9 millones de pesos para Protección Civil son casi nada, pero por mucho que se aumentaran jamás sería suficiente.

Más aún, hay centenares de colonias irregulares en cerros, cauces de ríos, fallas geológicas y los sitios más peligrosos para miles de personas que llegan ahí bajo el cobijo de la corrupción de algún cacique y crecen descontroladamente frente a gobernantes indispuestos a pagar el costo político de evitarlo. La Ley General de Asentamientos Humanos da a los estados y municipios la responsabilidad de prevenir, controlar y solucionar los asentamientos irregulares y es ahí donde la política local suele quedar entrampada.

Nada más en cuanto a desastres meteorológicos, en medio siglo México ha visto 202 en los que han muerto 6,655 personas, muchos miles más han sido heridas y damnificadas al punto de que las pérdidas económicas ascienden a 51.2 mil millones de dólares (1 billón 24 mil millones de pesos actuales), de acuerdo con el atlas publicado este año por la Organización Meteorológica Mundial.

¿Tenemos una verdadera cultura de prevención? Más allá de simulacros de sismo y campañas informativas sobre inundaciones, contamos con un Atlas Nacional de Riesgos interactivo y tan preciso que puede consultarse cada área de riesgo y por estado. Entonces, ¿por qué pasamos cada año prácticamente por las mismas situaciones?

Lo que no tenemos es una instancia que atienda integralmente y de fondo el asunto. En donde haya innovación y tecnología para el diagnóstico claro, prevención y un dominio real de las reservas territoriales para reubicar los asentamientos de alto riesgo con especialistas e investigadores de alto nivel en planeación urbana, infraestructura y protección civil que establezcan la política de ordenamiento, apartados de los intereses políticos.

¿Por qué las inundaciones y el desfogue de presas en Hidalgo, Tabasco, Chiapas y otros estados nos trae los mismos problemas en los mismos sitios cada año?

Tras el derrumbe en el cerro del Chiquihuite, el gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo, y su secretario de Gobierno, Ernesto Nemer, operaron de inmediato. Pasada la urgencia inicial, la autoridad ha dispuesto que 136 casas deben desalojarse para hacer las obras de estabilización del talud. Pero en esa colonia viven 65 mil 300 personas en 16 mil 600 hogares, de acuerdo con la firma Market Data México. ¿Seguirán viviendo todas esas familias en riesgo?

El 19-S de 2017 dejó a su paso 491 personas fallecidas en la CDMX y seis estados. Las afectaciones llegaron a los 61 mil 143 millones de pesos. El más fuerte de los recordatorios recientes de que vivimos en una zona altamente sísmica. ¿Qué falta por hacer para que dejen de colapsar construcciones y de perderse vidas?

El presidente López Obrador ha sentado las bases para que la operación del gobierno sea más eficaz en adelante y libre de corruptelas, asumiendo los costos políticos. Toca al Congreso dar prioridad a los temas realmente importantes y dejar a un lado las rebatingas estériles

¿Porqué llevamos tantas décadas reaccionando en vez de prever los desastres que tenemos cada año? El costo ha sido mucho más alto en vidas, tragedias y recursos económicos. El Proyecto de Presupuesto 2022 asigna 9,054 millones de pesos para el Fonden, que ya no existe como tal, pero serán administrados por la Secretaría de Hacienda y únicamente dos millones a la Política de Desarrollo Urbano y Ordenamiento del Territorio. El presupuesto de la dependencia encargada de ello, la Sedatu, sería 22 por ciento menor.

El 90 por ciento de la población mexicana vive en riesgo por diversos tipos de desastres: sismos, volcanes, sequías extenuantes e inundaciones cada vez más catastróficas. Con ese panorama, 145.9 millones de pesos para Protección Civil son casi nada, pero por mucho que se aumentaran jamás sería suficiente.

Más aún, hay centenares de colonias irregulares en cerros, cauces de ríos, fallas geológicas y los sitios más peligrosos para miles de personas que llegan ahí bajo el cobijo de la corrupción de algún cacique y crecen descontroladamente frente a gobernantes indispuestos a pagar el costo político de evitarlo. La Ley General de Asentamientos Humanos da a los estados y municipios la responsabilidad de prevenir, controlar y solucionar los asentamientos irregulares y es ahí donde la política local suele quedar entrampada.

Nada más en cuanto a desastres meteorológicos, en medio siglo México ha visto 202 en los que han muerto 6,655 personas, muchos miles más han sido heridas y damnificadas al punto de que las pérdidas económicas ascienden a 51.2 mil millones de dólares (1 billón 24 mil millones de pesos actuales), de acuerdo con el atlas publicado este año por la Organización Meteorológica Mundial.

¿Tenemos una verdadera cultura de prevención? Más allá de simulacros de sismo y campañas informativas sobre inundaciones, contamos con un Atlas Nacional de Riesgos interactivo y tan preciso que puede consultarse cada área de riesgo y por estado. Entonces, ¿por qué pasamos cada año prácticamente por las mismas situaciones?
Lo que no tenemos es una instancia que atienda integralmente y de fondo el asunto. En donde haya innovación y tecnología para el diagnóstico claro, prevención y un dominio real de las reservas territoriales para reubicar los asentamientos de alto riesgo con especialistas e investigadores de alto nivel en planeación urbana, infraestructura y protección civil que establezcan la política de ordenamiento, apartados de los intereses políticos.

¿Por qué las inundaciones y el desfogue de presas en Hidalgo, Tabasco, Chiapas y otros estados nos trae los mismos problemas en los mismos sitios cada año?
Tras el derrumbe en el cerro del Chiquihuite, el gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo, y su secretario de Gobierno, Ernesto Nemer, operaron de inmediato. Pasada la urgencia inicial, la autoridad ha dispuesto que 136 casas deben desalojarse para hacer las obras de estabilización del talud. Pero en esa colonia viven 65 mil 300 personas en 16 mil 600 hogares, de acuerdo con la firma Market Data México. ¿Seguirán viviendo todas esas familias en riesgo?

El 19-S de 2017 dejó a su paso 491 personas fallecidas en la CDMX y seis estados. Las afectaciones llegaron a los 61 mil 143 millones de pesos. El más fuerte de los recordatorios recientes de que vivimos en una zona altamente sísmica. ¿Qué falta por hacer para que dejen de colapsar construcciones y de perderse vidas?

El presidente López Obrador ha sentado las bases para que la operación del gobierno sea más eficaz en adelante y libre de corruptelas, asumiendo los costos políticos. Toca al Congreso dar prioridad a los temas realmente importantes y dejar a un lado las rebatingas estériles

 

 

POR ADRIANA DELGADO RUIZ
@ADRIDELGADORUIZ

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