¿Cómo se recuperó la vida tras la extinción de las especies?

La destrucción de los ecosistemas y sus especies es un proceso que ha ocurrido en varias ocasiones a lo largo de la historia de la Tierra, incluido uno que acabó con los dinosaurios. El más devastador tuvo lugar hace 252 millones de años durante el final de lo que se conoce como período pérmico. Ahora, un nuevo estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B, muestra en detalle cómo se recuperó la vida en comparación con dos eventos de extinción más pequeños.

El equipo de estudio internacional, compuesto por investigadores de la Universidad de Geociencias de China, la Academia de Ciencias de California, la Universidad de Bristol, la Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri y la Academia de Ciencias de China, demostró por primera vez que la destrucción del ecosistema el final de la época pérmica fue la extinción masiva fue más dura jamás vivida, debido a un colapso importante en la diversidad.

Para poder recrear de una manera más exacta como fue este proceso de extinción, el equipo trató de comprender por qué las comunidades no se recuperaron tan rápido como otras extinciones masivas.

La razón principal fue que la crisis del final del pérmico fue mucho más grave que cualquier otra extinción masiva, y acabó con 19 de cada 20 especies. Con la supervivencia de solo el 5% de las especies, los ecosistemas habían sido destruidos y esto significaba que las comunidades ecológicas tenían que volver a reunirse desde cero.

Para investigar, el autor principal e investigador de la Academia, Yuangeng Huang, ahora en la Universidad de Geociencias de China, Wuhan, reconstruyó las redes tróficas para una serie de 14 conjuntos de vida que abarcan los períodos Pérmico y Triásico, según apunta el diario Phys.

Especies y ecosistemas ancestrales
Estos ensamblajes, muestreados en el norte de China, ofrecieron una instantánea de cómo una sola región de la Tierra respondió a las crisis. “Al estudiar los fósiles y la evidencia de sus dientes, el contenido del estómago y los excrementos, pude identificar quién se comía a quién”, dice Huang. “Es importante construir una red alimentaria precisa si queremos comprender estos ecosistemas ancestrales”.

Las redes alimenticias están formadas por plantas, moluscos e insectos que viven en estanques y ríos, así como por los peces, anfibios y reptiles que los comen. Los reptiles varían en tamaño, desde los lagartos modernos hasta los herbívoros de media tonelada con cabezas diminutas, cuerpos enormes en forma de barril y una cubierta protectora de gruesas escamas óseas.

También deambulaban gorgonopsianos con dientes de sable, algunos tan grandes y poderosos como leones y con largos caninos para perforar pieles gruesas. Cuando estos animales murieron durante la extinción masiva del final del Pérmico, nada ocupó su lugar, dejando ecosistemas desequilibrados durante diez millones de años.

Entonces, los primeros dinosaurios y mamíferos comenzaron a evolucionar en el periodo Triásico. Los primeros dinosaurios eran pequeños, bípedos comedores de insectos de alrededor de un metro de largo, pero pronto se hicieron más grandes y se diversificaron como comedores de carne y plantas.

“Yuangeng Huang pasó un año en mi laboratorio”, afirma Peter Roopnarine, experto de la Academia de Geología. “Aplicó métodos de modelado ecológico que nos permiten observar las antiguas redes tróficas y determinar qué tan estables o inestables son. Esencialmente, el modelo altera la red trófica, eliminando especies y probando la estabilidad general”.

Final del Pérmico
“Descubrimos que el evento del final del Pérmico fue excepcional de dos maneras”, dice el profesor Mike Benton de la Universidad de Bristol. “Primero, el colapso de la diversidad fue mucho más severo, mientras que en las otras dos extinciones masivas hubo ecosistemas de baja estabilidad antes del colapso final. Y segundo, los ecosistemas tardaron mucho en recuperarse, tal vez 10 millones de años o más. Mientras que la recuperación fue rápida después de las otras dos crisis”.

En última instancia, la caracterización de las comunidades, especialmente las que se recuperaron con éxito, proporciona información valiosa sobre cómo les iría a las especies modernas cuando los humanos lleven al planeta al límite.

“Este es un resultado nuevo asombroso”, dice el profesor Zhong-Qiang Chen de la Universidad de Geociencias de China, Wuhan. “Hasta ahora, podíamos describir las redes tróficas, pero no pudimos probar su estabilidad. La combinación de grandes datos nuevos de largas secciones de roca en el norte de China con métodos computacionales de vanguardia nos permite adentrarnos en estos ejemplos antiguos en el mismo forma en que podemos estudiar las redes tróficas que hay en el mundo moderno”.

Fuente: 20minutos,

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