Cada cierto tiempo la Tierra sufre fenómenos geológicos extremos que suelen provocar extinciones masivas. Un nuevo estudio sugiere que esos fenómenos no ocurren de forma aleatoria, sino que se repiten cada 27,5 millones de años. Es el latido de nuestro planeta.
Lo llamamos latido a falta de un nombre mejor, pero en realidad no sabemos qué es exactamente, ni qué es lo que lo causa. Lo que parece claro es que se repite a intervalos regulares. Según un nuevo estudio publicado por geólogos de la Universidad de Nueva York, se repite cada 27,5 millones de años.
Para llegar a esta conclusión, el geólogo Michael Rampino y sus colegas analizaron 89 eventos geológicos ampliamente estudiados y conocidos que tuvieron lugar en los últimos 260 millones de años. La lista de eventos incluye extinciones masivas oceánicas, fluctuaciones importantes del nivel del mar, pulsos de actividad volcánica o reorganización de las placas tectónicas con la consecuente actividad sísmica, entre otros.
La cadencia de estos fenómenos no es aleatoria. Casi todos ellos se agrupan en torno a momentos que los autores del estudio llaman pulsos y que se repiten cada 27,5 millones de años, año arriba, año abajo.
En realidad no es el primer estudio que trata de agrupar los fenómenos geológicos de importancia en torno a ciclos. Los estudios más antiguos al respecto (de la década de los 20) calcularon una cadencia de 30 millones de años. Desde entonces la precisión de las mediciones se ha ido ajustando hasta quedar en la cifra actual.
La cuestión es que, aunque el carácter cíclico de estos eventos parece confirmado, no tenemos ni idea de cuál es la causa. Uno de los autores del estudio apunta a que quizá la causa sea la colisión periódica con meteoritos o cometas, pero no parece muy probable a menos que haya una nube de asteroides que no conocemos por la que la Tierra pasa de manera consistente cada 27,5 millones de años.