Es todo o nada para los Nets de Brooklyn.

Jarabe Tapatío

Los Nets de Brooklyn quieren demostrar con un título de la NBA.

Quizá ningún otro equipo ha cargado tanto poder ofensivo. Kevin Durant ha ganado cuatro títulos de anotación. James Harden tres. Ambos han sido elegidos como el Jugador Más Valioso. Kyrie Irving ha sido nombrado constantemente al Juego de Estrellas y embocó el tiro ganador en la mayor remontada en las Finales de la NBA.

“Ves a Kyrie, Durant, Harden. (Spencer) Dinwiddie está fuera, es un jugador fantástico. Tiene calibre de All-Star”, reconoció el entrenador de Dallas Rick Carlisle. “Entonces tienen a los mejores”.

Detener a uno es posible. Detener a dos es factible. Detener a los tres en cuatro juegos y que se requiere para vencer a Brooklyn en una serie será una tarea colosal para un equipo, sin importar lo bien que defiendan.

Los Nets promedian 121,1 puntos, 30 más que la media de la liga cuando los Spurs de Popovich ganaron su primer título en 1999. Ahora, los Cavaliers de Cleveland promedian 104,6 puntos por encuentro y se ubican en el último lugar. Con ese mismo promedio, los Cavs hubieran liderado la liga en 2011-12.

“Las reglas obviamente se han inclinado hacia la ofensiva y eso hace que sea más fácil para que un jugador talentoso haga lo suyo”, reconoció Popovich, cuyos Spurs ganaron al inicio con un estilo metódico que ayudó a influir en el cambio de reglas que dio alas al juego ofensivo.

“La defensa te puede mantener en el partido y si no sabes defender, será una noche calamitosa. Pero para realmente ganar, la ofensiva se ha convertido en algo más importante que en el pasado”, dijo Popovich.

Eso parece que fue lo que de lo que se percató el gerente general de los Nets Sean Marks, quien jugó y trabajó para Popovich, cuando ensambló al equipo.

El equipo más anotador de la liga contará con más habilidad tras el descanso, después de que los Nets (24-13) firmaron a Blake Griffin.

Aunque los Nets tienen algunos jugadores defensivos respetables, como DeAndre Jordan y Bruce Brown, claramente es su debilidad.

Pero con armas como Durant, Harden y Irving, no hay manera de evitar juegos de muchos puntos.

“Es difícil defender en estos tiempos”, reconoció su entrenador Steve Nash. “Y nuestro equipo tiene el lujo de tener a tres jugadores que pueden generar sus propios tiros”.

Deja un comentario