Los otros libros del semestre

De los libros que leí en el segundo semestre de 2020, que no son novelas, estos 13 son los que me perecieron los más interesantes y los mejores. Los hay de historia, de teología, de lucha contra el narcotráfico y también textos del Antiguo Testamento que pueden leerse como literatura del Oriente Medio como teología o ambas cosas.

 

Fritz Glockner escribe Los años heridos. La historia de la guerrilla en México (1968-1985) (Planeta, 2019) que documenta de manera puntual el desarrollo de la guerrilla en México. Y también da cuenta de la guerra sucia del Estado mexicano en contra de los guerrilleros. Este texto es una continuación de Memoria Roja. Historia de la guerrilla en México (1940-1968) (Plantea, 2013). Los dos volúmenes son fundamentales, para conocer la historia de la guerrilla en nuestro país.

 

Porfirio Díaz: Su vida y su tiempo. La ambición 1867-1884 (Debate, 2019) de Carlos Tello. Documenta los conflictos y la disputa del poder entre los liberales una vez que vencen al imperio y se hacen del gobierno. En ese contexto se ubica la tenaz y larga lucha de Díaz por hacerse de la presidencia. El riguroso trabajo histórico de Tello está muy bien escrito y se lee como literatura. A este tomo le precede Porfirio Díaz: Su vida y su tiempo. La guerra 1830-1867 (Debate, 2015).

 

Jorge G. Castañeda en Estados Unidos: en la intimidad y a la distancia (Debate, 2020) realiza una profunda auscultación de los Estados Unidos. La versión original la publica Oxford University Press con el título de America through foreign eyes. El autor escribe para lectores estadounidenses y con ellos dialoga desde su mirada de extranjero de un país donde ha vivido y enseñado por muchos años. Y también dialoga con los autores, de otras nacionalidades, que han escrito sobre la impresión que les causa ese país.

 

La estrategia de lucha contra el narcotráfico en Coahuila en el período 2011-2017 es un ejemplo de éxito a seguir. En “Reconquistar” La Laguna. Los Zetas, el Estado y la sociedad civil organizada, 2007-2014 (El Colegio de México, 2020) de Sergio Aguayo y Jacobo Dayán se propone una explicación de sus buenos resultados. En “De la seguridad me encargo yo” Crónica del Proyecto de Seguridad Pública, Para Coahuila de Zaragoza 2011-2017 (Gobierno de Coahuila, 2017) una docena de funcionario ofrecen su testimonio en la lucha contra la violencia desatada por el narco. Texto poco común.

 

San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, a petición de un grupo de jesuitas decide contar su vida. El padre Luis Gonçalves da Camara, reconocido por su memoria, registra las conversaciones con san Ignacio en 1554 y 1555. De las transcripciones de las mismas surge la Autobiografía (1556). El jesuita español Javier Melloni Ribas en Éxodo y éxtasis en Ignacio de Loyola. Una aproximación a su Autobiografía (Editorial SalTerrae, 2020) realiza un comentario profundo sobre la misma. Propone una lectura desde el hoy.

 

De José María Mardones es Matar a nuestros dioses. Un Dios para un creyente adulto (PPC, 2007) que es una inteligente y sugerente visión sobre la concepción de Dios en nuestros días y sobre las falsas construcciones de dioses diversos muy lejos del Dios que predicó Jesús. La encíclica Fratelli Tutti (Vaticano, 2020) del papa Francisco, que lleva como subtítulo Sobre la fraternidad y la amistad social, es una reflexión sobre la sociedad actual que pone el día el Pensamiento Social de la Iglesia.

 

Este semestre terminé de leer a los profetas del Antiguo Testamento. Los escritos proféticos van del siglo VIII al siglo V a.C. La Biblia presenta la obra de dieciséis profetas y cada uno escribe un libro de dimensiones muy distintas. Estos son: Isaías, Jeremías, Baruc, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amos, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Zacarías y Malaquias. Los profetas denuncian las infidelidades del pueblo de Israel y lo invitan a la conversión.

 

Leí también el libro de los Salmos que se compone de 150 de estos. Son textos de la poesía hebrea que se en inscribe en las claves de la poesía del antiguo Oriente Medio. El gran protagonista es Dios. Son cantos de alabanza y súplica. La primera recopilación de estas obras se realiza entre 1000-975 a.C. En tiempo de los profetas se escriben salmos. La época de mayor fecundidad es entre el siglo VI a.C. durante el exilio en Babilonia. Los últimos son de entre 170 y 150 a.C.

 

El Cantar de los Cantares es también un libro poético y su composición se sitúa hacia el siglo III a.C. La historia descrita es común en los cantos de amor del antiguo Oriente Medio. Es la experiencia amorosa entre un hombre y una mujer. Los amantes se buscan, sufren la ausencia del otro y gozan las delicias del amor. Esta obra dentro del Antiguo Testamento siempre se ha interpretado como que el amor humano encuentra su plenitud en el amor de Dios. Y también en la semejanza que existe entre ambos amores.

 

Del siglo VI a.C. son las Lamentaciones, el último de los escritos poéticos del Antiguo Testamento, que son cinco poemas de dolor. Hablan de cuando a la persona lo único que le queda es gritar ante su situación. Cuando se pierde toda esperanza y surgen preguntas angustiosas: ¿Dios me ha abandonado? ¿Dónde está? ¿Por qué permite lo que me pasa? La explicación que ofrecen los mismos poemas es que Dios ha permitido eso porque el pueblo no ha escuchado el mensaje de los profetas. El castigo se convierte en signo de esperanza y punto de partida para recuperar la confianza plena en Dios.

 

Twitter: @RubenAguilar

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