La serie de Netflix estrenada en Navidad está basada en la saga de novelas románticas de Julia Quinn, esta serie, cuenta la vida de la familia Bridgerton durante la época de la Regencia en Inglaterra.
Grandes salones de baile, un vestuario exquisito, palacios y más palacios forman parte de esta serie que tiene cosas de la gran Downton Abbey, aunque se para en una vereda diferente. Los entretelones sobre lo que sucede en la alta sociedad y la relatora que oficia como la voz en off de Gossip Girl, le dan un toque de comedia y algo de sarcasmo a esta historia.
Bridgerton es ágil, divertida y por momentos atrevida aunque no logra atraparnos desde el primer episodio. Se trata de esas series que debemos darle una chance y avanzar en los capítulos. Es una propuesta distinta como algunos puntos en contacto con Emma de Jane Austen pero que logra distender en un año lleno de malas noticias y un nuevo encierro en su país de origen, Inglaterra. Una serie para disfrutar, entregarse al lujo y a un mundo lejano pero encantador donde las cosas siempre terminan saliendo bien.