Cadena Verde – La valiosa función de los murciélagos

Los murciélagos son los únicos mamíferos dotados de alas que son capaces de volar. Una de sus características más conocidas es que tienen un sentido de la vista extremadamente limitado, por ello son capaces de orientarse y localizar obstáculos y alimento mediante un desarrollado sistema ultrasonidos de alta frecuencia inaudibles para los seres humanos.

 

Un sólo murciélago puede comerse en una sola noche entre 8 y 10 gramos de insectos; con unos 40 murciélagos no harían falta pesticidas para controlar una plaga en un arrozal y algunas especies de estos mamíferos polinizan ciertos tipos particulares de frutas tropicales como plátanos, mangos y guayabas.

 

A pesar de estas y otras muchas ventajas que aportan los murciélagos a la naturaleza, frecuentemente han sido temidos, estigmatizados, maltratados, e incluso, gaseados en aras de ciertos bulos y acusaciones erróneas, la última de ellas atribuirles el origen incierto de la covid-19, una temática bastante polémica que requiere de una exhaustiva investigación pero que al final de cualquiera de los resultados requiere de una conciencia de convivencia entre el humano y las especies.

 

En definitiva, por los prejuicios y la desinformación, nos estamos perdiendo los inmensos servicios que estos animales nos proporcionan”, entre los cuales ha citado, por ejemplo, el de ser “los polinizadores más importantes” de especies forestales tropicales, como los plátanos, las papayas, los mangos, los aguacates o los dátiles.

Si bien en el mundo hay 1.450 especies diferentes de murciélagos, su envergadura va desde los dos metros (como es el caso de los denominados ‘zorros voladores’) hasta los que pesan apenas tres gramos, y su alimento también varía ya que los hay frugívoros, es decir, que se alimentan de fruta, o insectívoros, que se alimentan de insectos voladores, También hay especies que cazan pájaros al vuelo y que son lo más parecido a los halcones.

Solo dos de las 1.450 clases de murciélagos que hay en el mundo se alimentan de sangre de mamíferos y esas habitan en Centroamérica y Sudamérica. Cabe señalar que los murciélagos “vampiro” han sido “uno de los orígenes de los estigmas injustos que han recaído sobre estos animales “, hay que recordar que esta especie se alimenta de mamíferos y se ha visto perjudicada por la deforestación y la extensión de la cría de ganado, sobre todo vacuno, a tierras anteriormente forestadas.

 

En el caso de nuestro México se puede decir que es hogar de 138 especies de murciélagos que la diversidad de los mismos está ubicada dentro de más de 150 Áreas Naturales Protegidas ofrecen servicios ecosistémicos que proveen como la polinización, el control de plagas y la dispersión de semillas, como lo señale anteriormente. Asimismo, la CONANP realiza acciones para conservar a estos pequeños mamíferos alados.

 

Como cualquier fauna local, los murciélagos no están exentos de la falta de áreas verdes y libres; deforestación, plaguicidas y amenazas humanas. Los murciélagos, como las palomillas –inocentes protagonistas del horror en las casas mexicanas– también son víctimas de la mala fama. Algunas veces son exterminados por el mito falso de que chupan sangre; en realidad sólo hay 3 especies de murciélagos vampiros en México que atacan ganado, nunca humanos.

Aunque por las noches recorren las ciudades y comunidades con sus sombras largas de fantasmas, los murciélagos son difíciles de ver. Sus hábitos nocturnos los hacen pasar desapercibidos; sin embargo, desde la penumbra cumplen funciones ecológicas importantes para las calles.

La fragmentación, la deforestación y el cambio de uso del suelo los afectan, como a la mayoría de las especies, disminuyendo su abundancia y diversidad. Se ha demostrado que la pérdida de poblaciones de murciélagos tiene graves consecuencias sobre las redes de interacciones que forman, debido a su papel en las comunidades como polinizador, dispersor de semillas, formadores de nichos y controladores de poblaciones de insectos.

El hombre constituye su mayor amenaza al destruir o poner en peligro sus hábitats, especialmente en épocas de cría y de hibernación. Además, los murciélagos son víctimas de la crueldad con demasiada frecuencia ya que se les envenena con pesticidas, en algunos lugares los gasean, les hacen fumar a modo de broma e incluso ahora en algunos países se los comen porque su carne se ha convertido en una exquisitez.

Debemos tomar mucho más en serio este tema tan lacerante para una especie que cumple su función con la naturaleza y que necesita del involucramiento de las instituciones y de los ciudadanos para poder seguir disfrutando de las labores naturales tan importantes que nos proporcionan.

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