La ¿Nueva normalidad?

El #GobiernoFederal ha informado sobre los Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral, que estarán vigentes desde el 17 de mayo y hasta que se declare terminada esta emergencia sanitaria. En ellos se establecen los principios y estrategias, que los centros de trabajo, en primer lugar, los dedicados a las actividades consideradas como esenciales, deberán aplicar de manera obligatoria al crear los planes, políticas, medidas, acciones necesarias que les permitirán volver a funcionar en esta #NuevaNormalidad que, en realidad, empezó hace algunos meses. Todo lo que las empresas harán, cómo, dónde, cuándo, deberá estar contenido en un Protocolo de Seguridad Sanitaria que la autoridad deberá aprobar (teniendo además la autoridad, la facultad de solicitar la ampliación de la información o denegar el protocolo con la opción de volver a iniciarlo); además, es importante considerar que en el caso de que las empresas tengan más de una planta, se deberá registrar cada planta de manera individual. Y todo esto, siempre deberá estar basado en la buena voluntad, es decir, que la Ficha de Registro disponible en el portal será llenada bajo protesta de decir verdad, acompañada, por supuesto, de una Carta-Compromiso.

Y entonces, ¿qué significa esto? Básicamente que, aunque volveremos a las actividades “normales”, nuestra normalidad es otra, nuestra realidad ha cambiado, ¿inesperadamente? puede ser, ¿irremediablemente? quizá, pero ha cambiado y estamos ante la oportunidad de adaptarnos y seguir o caminar hacia la incertidumbre. De esta manera, lavarnos las manos, usar gel desinfectante, mantener 1.5 mts. de distancia entre las demás personas, tomarnos o que nos tomen la temperatura corporal, usar cubrebocas, no saludar de mano ni beso, respetar las marcas y señalizaciones en los pisos, el teletrabajo, las videoconferencias, serán hábitos que debemos incorporar a nuestra nueva cotidianeidad.

Pues como se mencionó en días pasados, estamos en la primera de tres fases para alternar hacia lo que será nuestra inédita manera de vivir y convivir. Será durante la segunda etapa –entre el 18 y el 31 de mayo-, cuándo los centros de trabajo deberán generar, adoptar y validar sus Protocolos de Seguridad Sanitaria, para, de esta manera, poder participar en la reapertura socioeconómica, según el semáforo de alerta sanitaria de su región a partir del 01 de junio, momento en el que también estará en marcha el Sistema de Alerta Sanitaria, que constará de cuatro niveles de alerta.

Nos encontramos, así, ante una #NuevaCulturaLaboral en materia sanitaria y de protección de las personas trabajadoras, las formalidades de seguridad e higiene, de salud física y mental para los trabajadores que hoy existen en algunas organizaciones, será necesario actualizarlas con lo referente a los cuidados de COVID-19, y generar lineamientos para la identificación de factores de #RiesgoPsicosocial también en la modalidad de #teletrabajo. Y ¿en las empresas dónde no existía nada de esto?, bueno, si son parte de las actividades esenciales, tienen hasta el 31 de mayo para hacer lo que les toca y poder regresar a la operación “normal”.

Afortunadamente, el documento que emitió el Gobierno Federal (puede descargarse aquí: Lineamientos Técnicos PDF) nos facilita saber qué y cómo se necesita para que se apruebe nuestro #Protocolo. Dicho documento, nos desmenuza los pasos a seguir para ir adaptándonos a la nueva realidad, nos presenta los cuatro principios rectores que buscan apoyar la correcta toma de decisiones y una implementación exitosa de los planes de retorno al trabajo:

  1. Privilegiar la salud y la vida: Es decir, que nuestros colaboradores, además de protegerse y cuidar de sí mismas, de sus familias, también mejoren su sentido de seguridad y pertenencia en la sociedad y en sus centros de trabajo, así como en la corresponsabilidad en el cuidado de la salud.
  2. Solidaridad con todos y no discriminación: Este principio recomienda además que, durante los niveles de alerta máximo, alto y medio, se apoye a las mujeres trabajadoras, pues la mayoría de las veces son ellas quienes se encargan de la supervisión escolar en casa.
  3. Economía moral y eficiencia productiva: Se busca alcanzar una nueva cultura de seguridad y salud en el trabajo, con todo lo que esto implica para las organizaciones y el mercado.
  4. Responsabilidad compartida (pública, privada y social): El desarrollo de México y la efectividad de las medidas son una tarea de todos.

A su vez, el documento nos presenta dos estrategias generales de control: a) la promoción de la salud que se sugiere realizar mediante las Infografías y el material de comunicación elaborado por el Gobierno de México,  disponible en los siguientes enlaces: https://coronavirus.gob.mx y https://climss.imss.gob.mx, y b) las medidas de Protección en Salud (Seguridad e Higiene en el Trabajo) que deberán incluir conceptos ya conocidos como la “sana distancia” y el uso de equipo de protección personal (EPP), además de otros más, como el control de ingreso-egreso de los centros de  trabajo y las medidas de prevención de contagios.

En otro apartado, nos muestra los pasos específicos para establecer los Protocolos de Seguridad Sanitaria y los ejemplifica con la siguiente imagen:

  1. Planeación: Prioriza la creación de un Comité o el nombramiento de la persona responsable de la implementación, seguimiento y supervisión de las medidas para la #NuevaNormalidad. Así como identificar si el centro de trabajo podrá continuar laborando, y de acuerdo con el criterio de alerta sanitaria (rojo, naranja, amarillo o verde) para la localidad, definir las acciones a implementarse considerando las áreas con las que cuenta el centro de trabajo (oficinas, bodegas, áreas de atención al público y áreas comunes) y el personal en situación de vulnerabilidad o mayor riesgo de contagio para cada una de ellas, además de mantenerse informado respecto a las indicaciones de la autoridad federal.
  2. Información y capacitación: Esta etapa sugiere informar a los colaboradores sobre la estrategia para retomar actividades bajo esta nueva realidad y establecer un programa de capacitación para el personal directivo sobre las acciones y medidas para prevenir y evitar cadenas de contagio por COVID-19, a la vez que se capacite a los colaboradores sobre las medidas de protección de la salud. Y preparar a los colaboradores para que puedan asumir y realizar diferentes funciones ante el posible aumento de los índices de ausentismo y rotación, incluyendo el uso de tecnologías para el teletrabajo.
  3. Medidas de prevención de brotes en la empresa: Aquí, se buscará establecer las acciones que se deban realizar cuando se sospeche o sepa que existe una infección en el centro laboral con la finalidad de contenerla y evitar la propagación del virus. Identificar a colaboradores que hayan estado en contacto con una persona infectada o bajo sospecha de infección para enviarlos a casa, al personal con síntomas de la enfermedad, en caso de que presente dificultad para respirar, se deberá remitir al centro de atención médica más cercano. Deberá evitarse también el retorno de los colaboradores enfermos sin contar con la evaluación médica pertinente y llevar un registro y seguimiento del personal en resguardo domiciliario voluntario.
  4. Políticas temporales: Estas, son las medidas que implementarán los centros de trabajo durante la nueva normalidad con el fin de reducir el riesgo de contagio. Dichas medidas dependerán del tipo de actividad que se realiza en el centro de trabajo, del municipio y de las áreas con las que cuente el centro. Entre estas acciones se encuentran las medidas para distanciamiento en áreas comunes, comedores, reuniones, horarios escalonados y el equipo de protección, como se muestra en la siguiente tabla:

  1. Vigilancia y supervisión: Por último, deberán establecerse los mecanismos para el establecimiento de las medidas de prevención y protección en el centro de trabajo, el abastecimiento constante de agua, jabón, toallas desechables, y de soluciones a base de alcohol gel al 70% en todas las áreas de las empresas y centros de trabajo, así como monitorear las disposiciones que establezcan las autoridades competentes para las posibles modificaciones de las acciones a seguir en el centro de trabajo.

Por último, es importante recalcar que sólo con la implementación adecuada de las medidas consideradas en la Autoevaluación del Protocolo de Seguridad Sanitaría se conseguirá que la reapertura sea exitosa, ya que en ningún momento las empresas podrán reiniciar actividades sin haber recibido la aprobación correspondiente, la ficha de registro está disponible aquí http://nuevanormalidad.gob.mx/

Como siempre, agradezco tu atención y no dudes en escribirme para saber más sobre esto o algún otro tema. mnunez@dirhmexico.com.mx

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