Por: Fernando Alberto García Cuevas
La participación ciudadana en los procesos electorales y la gobernanza ha demostrado ser un instrumento fundamental en la construcción de democracias fuertes y resistentes.
Hoy, en circunstancias donde emerge un gobierno con tendencias autoritarias, que desprecia las leyes e instituciones autónomas y democráticas como lo vemos en México, el papel del activismo ciudadano trasciende las filiaciones partidistas y adquiere un valor determinante para proteger la democracia.
Pero ¿cómo pueden los ciudadanos organizarse para influir en los resultados electorales? La respuesta es simple: a través de la movilización y el voto.
El voto se consolida como el recurso más efectivo con el que contamos los ciudadanos para incidir en el rumbo político del país. En este sentido el activismo ciudadano ha trascendido, convirtiendo a ciudadanos en actores fundamentales. Este empoderamiento social, impulsado por los medios digitales, permite desafiar a los medios tradicionales y a la comunicación oficial gubernamental obsoleta, sesgada y manipuladora.
Los ciudadanos, ahora, tenemos como nunca, la capacidad de determinar los resultados electorales, definir la agenda pública y visibilizar problemáticas sociales marginadas o ignoradas por los medios convencionales y el oficialismo.
La próxima elección en el estado de México, se presenta como un punto clave para el futuro de la nación. El domingo 4 de junio, se determinará el destino democrático de México rumbo al año 2024 y los años subsecuentes.
En este sentido, solo hay dos caminos; el autoritarismo, basado en la incompetencia, el lacayismo y los otros datos o; el avance democrático, basado en el respeto a las leyes e instituciones y el desarrollo individual y colectivo de nuestra sociedad. Ya todos sabemos a qué opción política corresponde cada uno de estos caminos.
Por ello, es indispensable que todas y todos los ciudadanos, independientemente de su estrato social y económico, reflexionemos profundamente nuestro voto y salgamos a votar con todas nuestra fuerza y determinación. Esta elección, más de allá de partidos, se trata del futuro de nuestras generaciones; de nuestros hijos y nietos, así como de todos aquellos que estamos presenciando esta difícil época de la democracia en México.
Por lo tanto, hago un llamado a todos los ciudadanos del estado de México para que ejerzan su derecho al voto con un alto sentido de responsabilidad ciudadana. En esta crisis democrática, cada voto cuenta, cada voto marca la diferencia.
A ti ciudadano indeciso o apático, te exhorto a que reflexiones y te movilices, a que te informes y a que convenzas a familiares, amigos, vecinos, colaboradores y ciudadanos en general sobre la importancia de ir a votar y votar por la opción que garantice tu libertad y la de tus hijos, no por aquellos que justifican sus fracasos e incompetencia en los “otros”. No por aquellos que pretenden gobernar el presente y el futuro, viviendo y echándole la culpa al pasado.
Que esta sea una oportunidad para demostrar y reafirmar el poder del activismo ciudadano y rescatar la democracia de las garras del autoritarismo.
La voz ciudadana, manifestada a través del voto, puede y debe ser el motor de cambio para un México más justo y democrático.
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