Como si de una película apocalíptica se tratara, la enorme escasez de transportistas en Reino Unido está dejando escenas poco creíbles, los británicos están empezando a acaparar combustible ante el miedo al desabastecimiento.
El Gobierno de Boris Johnson ha rechazado la ayuda del Ejército por el momento y en vez de eso ha emitido miles de visados para atraer a conductores extranjeros que distribuyan el combustible de las refinerías a las estaciones de servicio.
No es que falte de suministro, sino la falta de transportistas que muevan el combustible, el Brexit ha provocado un caos burocrático y un empeoramiento de las condiciones laborales que pocos profesionales del transporte están dispuestos a aceptar.
El Gobierno ha emitido 5.000 visados de hasta tres meses para camioneros extranjeros para que la campaña navideña no resulte en un completo caos, y ha pedido a la población que no acapare gasolina de forma compulsiva.
Aún así ya se han visto imágenes de peleas en algunas gasolineras mientras se forman largas colas en los accesos a las estaciones.