Hay por lo menos 19 grupos criminales que realizan operaciones financieras en el país de acuerdo al documento Evaluación Nacional de Riesgo de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo (ENR) publicado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
La UIF reconoce que los flujos financieros del crimen organizado se han incrementado de manera considerable en los últimos años y que el país no cuenta con una metodología que permita saber con precisión cuál es el monto de los recursos que generan los cárteles.
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tiene movimientos de lavado de dinero en 27 estados que lo colocan en el primer lugar. Está presente en: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Colima, Chihuahua, Ciudad de México y Coahuila.
También en Chiapas, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Zacatecas y Veracruz.
El Cártel del Pacífico en 21 estados, para ocupar la segunda posición. Lavan dinero en Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Durango, Coahuila, Zacatecas, Jalisco, Colima, Aguascalientes, Estado de México, Ciudad de México, Guerrero, Chiapas, Tabasco, Campeche, Oaxaca, Yucatán y Quintana Roo.
En 14 estados realiza operaciones financieras el Cártel del Golfo: Aguascalientes, Coahuila, Chiapas, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
De Los Zetas se ha detectado lavado de dinero en 13 estados: Campeche, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luís Potosí, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Los cuatro cárteles mencionados son los que su actividad de lavado de dinero se extiende a más estados, de 13 a 27, y los otros 15 se concentran entre uno y cinco, de acuerdo a la UIF.
El Cártel del Noreste lo hace en Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas. En el caso de Guerreros Unidos en Guerrero, Estado de México, Morelos y Oaxaca.
La Familia Michoacana en Michoacán, Guerrero y Estado de México. El Cártel de los Beltrán Leyva se concentra en Sinaloa, Sonora y Oaxaca.
El Cártel de Santa Rosa de Lima en Guanajuato y Querétaro. La Unión Tepito y Fuerza Anti-Unión, grupos rivales, en la Ciudad de México y el Estado de México. El Cártel Independiente de Acapulco en Guerrero y Oaxaca. El grupo Nueva Plaza en Colima y Jalisco.
En el caso de Nuevo Cártel de Juárez y La Línea realizan sus operaciones en Chihuahua. Los Viagras lo hacen en Michoacán lo mismo que la Nueva Familia Michoacana. Los Colombianos en Morelos y el Cártel de la Sierra en Guerrero.
El mapa que presenta la UIF está hecho desde la óptica de los estados donde los cárteles realizan operaciones financieras, pero necesariamente también hacen relación a los estados donde éstos llevan a cabo sus operaciones delictivas.
Esta lista no agota el número de los grupos delincuenciales que existen en el país, pero si pone al día cuáles son los más relevantes y en qué estados concentran sus actividades criminales. (Con información de un artículo de Carlos Arrieta, El Universal, 22.09.20)
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