Movimiento telúrico sin reporte de daños (H2)
Un sismo de magnitud 4.0 sorprendió a los habitantes de San Felipe, Baja California, durante la madrugada de este 18 de octubre. De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el movimiento ocurrió a las 3:57 horas, con una profundidad de 10 kilómetros y a 112 kilómetros al sureste de la ciudad.
Las coordenadas del epicentro se ubicaron en 30.262 grados de latitud y -114.077 grados de longitud. Hasta el momento, las autoridades locales no reportan daños materiales ni personas afectadas. Sin embargo, se recomendó a la población mantenerse atenta ante posibles réplicas o actualizaciones oficiales del SSN.
El organismo recordó que la información publicada es preliminar, por lo que los datos podrían modificarse tras un análisis más detallado.
Importancia de mantenerse alerta (H2)
México se encuentra dentro de una de las zonas más sísmicas del mundo debido a su ubicación geográfica, donde interactúan varias placas tectónicas. Por ello, el SSN exhorta a la población a seguir las medidas de prevención y consultar fuentes oficiales ante cualquier movimiento perceptible.
A pesar de que todos los días se registran decenas de sismos menores en el país, la mayoría pasan desapercibidos. Sin embargo, los de magnitud superior a 4.0 pueden sentirse en comunidades cercanas al epicentro, como ocurrió en San Felipe.
Por qué no sonó la alerta sísmica (H2)
Uno de los cuestionamientos frecuentes tras un movimiento telúrico es por qué no se activa la alerta sísmica. Este sistema, operado por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES), solo se activa cuando los sensores detectan un sismo fuerte dentro de su área de cobertura.
Actualmente, la red cuenta con 96 sensores distribuidos desde Bahía de Banderas hasta el Istmo de Tehuantepec, con cobertura en ocho ciudades del país, entre ellas Ciudad de México, Guadalajara, Acapulco, Puebla, Morelia, Oaxaca, Colima y Chilpancingo.
Si un sismo ocurre fuera de esta zona, como en el caso de Baja California, la alerta no se emite, ya que las ondas sísmicas llegan casi al mismo tiempo que el aviso.
México, país sísmico por naturaleza (H2)
El país ha vivido terremotos históricos, como los de 1985 y 2017, que marcaron a la población por su magnitud y consecuencias. No obstante, el más fuerte registrado ocurrió el 28 de marzo de 1787 en Oaxaca, con una magnitud estimada de 8.6, que incluso generó un tsunami tierra adentro.
Expertos del CIRES advierten que la llamada Brecha de Guerrero aún acumula energía sísmica, lo que mantiene el riesgo de nuevos movimientos de gran magnitud en el futuro.
Por ello, se insiste en que no existe un método para predecir los sismos, y la mejor forma de protegerse es contar con planes de emergencia, ubicar zonas seguras y atender la información de las autoridades.
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