El gobierno de Estados Unidos lanzó una advertencia directa: no continuará con negociaciones para extender o renovar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) si México no cumple con los compromisos actuales en materia de energía, telecomunicaciones, agricultura y otros sectores clave.
Así lo afirmó Jamieson Greer, representante de Comercio de EE. UU., durante su participación en un foro del New York Economic Club el pasado viernes. El funcionario expresó que hay áreas del acuerdo donde México está incumpliendo las reglas establecidas, lo que ha encendido alertas en Washington.
“Hay rubros donde deberían estar cumpliendo con el T-MEC donde no lo están haciendo. Podría ser energía, servicios de telecomunicación, agricultura, todo tipo de cosas”, señaló Greer, sin precisar más detalles, aunque dejando clara la preocupación del gobierno estadounidense.
¿Qué consecuencias podría tener esta postura?
Greer explicó que su equipo ha estado en negociaciones recientes con funcionarios mexicanos para tratar de resolver estos incumplimientos antes de que Estados Unidos realice una evaluación formal del tratado. “No tiene mucho sentido hablar de extender el tratado o actualizarlo cuando México ni siquiera está cumpliendo con partes importantes”, sostuvo.
De no corregirse las supuestas fallas señaladas, EE. UU. podría optar por retirarse del tratado, un escenario que encendería focos rojos tanto para los mercados como para los sectores productivos de los tres países. La advertencia ocurre en un momento crucial, ya que el acuerdo comercial se revisará formalmente en 2026, y los países deben comenzar las conversaciones en 2025.
¿Se debilita el enfoque trilateral?
Durante su intervención, Greer también puso en duda la viabilidad del modelo trilateral del T-MEC. Afirmó que la relación entre Estados Unidos y Canadá es distinta a la que mantiene con México, y que muchas de las negociaciones futuras probablemente se llevarán a cabo de manera bilateral en lugar de trilateral.
“Muchas de nuestras negociaciones hacia adelante probablemente serán casi bilaterales. Habrá ciertos temas donde una solución trilateral podría ser útil, pero pienso que vamos a dedicar mucho tiempo solo uno por uno con cada uno de estos países”, puntualizó.
¿Qué sigue para el T-MEC?
Actualmente, el gobierno estadounidense se encuentra en una etapa de consultas públicas para evaluar posibles ajustes al T-MEC. Diversas organizaciones empresariales, agrícolas, laborales y de consumidores están presentando propuestas de cambios.
Además, el Congreso de Estados Unidos también tendrá un papel decisivo si se busca modificar o extender el acuerdo, por lo que ya hay legisladores preparando sus propias demandas, que no se limitarían a temas económicos. Según expertos, una futura renegociación podría incluir reformas judiciales, asuntos democráticos y de seguridad, lo que ampliaría considerablemente el alcance del tratado.
En este contexto, México enfrenta una creciente presión diplomática y económica para demostrar que está cumpliendo con las reglas acordadas. El futuro del T-MEC dependerá, en gran medida, de cómo responda el gobierno mexicano en los próximos meses.
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