El momento decisivo en San Lázaro
La Cámara de Diputados aprobó este martes en lo general la reforma a la Ley Aduanera, en una votación marcada por la división política: 338 votos a favor (Morena, PT y PVEM) y 129 en contra (PAN, PRI y Movimiento Ciudadano).
El dictamen, impulsado por el Ejecutivo federal, busca modernizar los procesos de importación y exportación del país, fortalecer la recaudación fiscal y frenar el contrabando. Aún deberá discutirse en lo particular, pues 71 artículos fueron reservados para un debate más amplio.
De acuerdo con el dictamen, la reforma responde a la necesidad de cerrar los vacíos legales que durante años facilitaron prácticas de corrupción en las aduanas mexicanas.
Qué propone la nueva reforma aduanera
La iniciativa introduce cambios estructurales en el funcionamiento de las aduanas, con mayor control y responsabilidad para los agentes privados. Entre los principales puntos destacan:
Eliminación de las excluyentes de responsabilidad para agentes aduanales, quienes ahora responderán solidariamente con importadores y exportadores.
Vigencia de 20 años para las patentes aduanales, con posibilidad de renovación tras evaluación técnica.
Certificaciones trianuales obligatorias para mantener la autorización operativa.
Creación del Consejo Aduanero Nacional, que regulará la entrega, suspensión o revocación de patentes.
Implementación de tecnología de control y fiscalización en tiempo real, además de sanciones más severas por irregularidades.
Estos cambios, de aprobarse de manera definitiva en el Senado, representarán un mayor control estatal sobre la cadena logística del comercio exterior.
Críticas y posturas enfrentadas
Los partidos de oposición expresaron su rechazo a la reforma, señalando que aumenta la carga legal sobre los agentes aduanales sin resolver los problemas estructurales de corrupción interna.
Legisladores del PRI y PAN acusaron que la ley es “desequilibrada y recaudatoria”, al enfocarse en castigar a los operadores privados mientras deja intactas las deficiencias en las aduanas controladas por el gobierno.
También advirtieron que la eliminación de las excepciones de responsabilidad podría provocar cierres masivos de agencias aduanales y retrasos en la logística nacional e internacional.
El contexto: combate al huachicol fiscal
La aprobación de la nueva Ley Aduanera ocurre en medio de una estrategia federal para combatir el contrabando y la evasión fiscal, fenómenos conocidos como huachicol fiscal.
El contrabando de combustibles, autopartes y textiles ha generado pérdidas millonarias al Estado mexicano. Por ello, las nuevas facultades buscan trazar el origen y destino de cada mercancía, reduciendo la discrecionalidad en los procesos aduaneros.
Sin embargo, analistas fiscales advierten que los sistemas automatizados y los nuevos controles tecnológicos podrían generar bloqueos injustificados o retrasos burocráticos si no se acompañan de transparencia y supervisión independiente.
Impacto social y económico
De confirmarse su aprobación en el Senado, la nueva Ley Aduanera transformará el comercio exterior mexicano. Los agentes aduanales deberán adaptarse a un entorno con mayor vigilancia, capacitación y riesgo legal, mientras que el gobierno obtendrá herramientas más amplias para rastrear operaciones sospechosas.
En términos sociales, la medida genera debate: mientras sectores afines al oficialismo celebran el combate frontal al contrabando, empresarios y expertos advierten que un exceso de control podría desincentivar la inversión extranjera y frenar la competitividad.
La discusión apenas comienza, pero el consenso es claro: el sistema aduanero mexicano vive una de las reformas más profundas de su historia reciente, con repercusiones directas en el flujo económico del país.
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