La Secretaría de Educación Pública del estado confirmó un brote del virus Coxsackie que ya provocó la suspensión de clases presenciales en dos escuelas poblanas. Al menos 17 alumnos del Centro Escolar Lázaro Cárdenas, en Izúcar de Matamoros, resultaron contagiados, lo que encendió las alarmas entre padres, maestros y autoridades sanitarias.
El virus, conocido por causar la Enfermedad de Mano, Pie y Boca, obligó a la Secretaría de Educación a activar un protocolo de emergencia y ordenar la cuarentena inmediata de los grupos afectados. Todos los estudiantes infectados se encuentran en aislamiento domiciliario desde el pasado 2 de octubre, bajo supervisión médica y con clases virtuales para evitar el rezago académico.
Emergencia sanitaria en Izúcar de Matamoros
La situación se tornó preocupante luego de confirmarse que los contagios se originaron en dos grupos de preescolar y primaria. Personal de Salud estatal intervino de inmediato para realizar tareas de limpieza y desinfección profunda en las aulas, pasillos y áreas comunes del plantel.
Fuentes de la SEP informaron que la medida preventiva se mantendrá al menos 10 días, hasta que los médicos determinen que ya no existe riesgo de propagación. Durante este periodo, las clases se desarrollarán de manera virtual, mientras continúan los monitoreos sanitarios diarios.
Caso aislado en la capital poblana
Además del brote en Izúcar, las autoridades confirmaron un caso aislado en la escuela primaria Ignacio Zaragoza, en la Unidad Habitacional Amalucan, en la ciudad de Puebla. El alumno contagiado fue enviado a casa bajo observación médica, y su grupo pasó también al esquema virtual mientras se realiza la sanitización completa del aula.
El resto de los estudiantes continúa en actividades presenciales, aunque bajo medidas reforzadas de prevención, como uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos y restricción de contacto físico entre alumnos.
¿Qué es el virus Coxsackie?
El virus Coxsackie es una infección viral altamente contagiosa que afecta principalmente a niños menores de cinco años. Sus síntomas incluyen fiebre, llagas en la boca, sarpullido en manos y pies, dolor de garganta y fatiga generalizada.
Aunque rara vez provoca complicaciones graves, su rápida propagación en entornos escolares lo convierte en una amenaza para la salud pública. El virus se transmite por contacto con saliva, secreciones respiratorias, heces o superficies contaminadas, y suele aparecer con mayor frecuencia en los meses de verano y otoño.
Los especialistas recomiendan mantener hidratados a los menores, evitar compartir utensilios y acudir al médico ante los primeros signos de fiebre o sarpullido.
Reforzarán controles sanitarios
La SEP y la Secretaría de Salud informaron que se fortalecerán las campañas de higiene en todos los planteles del estado. Se pidió a los padres de familia no automedicar a los niños y reportar de inmediato cualquier caso sospechoso.
Mientras tanto, los planteles involucrados continuarán bajo observación. Las clases virtuales seguirán operando hasta que se declare controlado el brote. “La prioridad es proteger la salud de nuestros estudiantes y evitar nuevos contagios”, reiteró la dependencia.
El virus Coxsackie ya provocó alarma en comunidades escolares y redes sociales, donde padres de familia han exigido mayor vigilancia
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