La relación entre México y China atraviesa uno de sus momentos más tensos tras las recientes medidas comerciales adoptadas por el Gobierno mexicano. Pekín ha elevado el tono de sus críticas, acusando a México de aplicar políticas “antidumping” con el propósito de favorecer los intereses de Estados Unidos.
El Ministerio de Comercio de China expresó este viernes su “firme oposición” a las nuevas investigaciones mexicanas contra importaciones chinas de cinta adhesiva, pernos de acero y tubos de PVC, entre otros productos. De acuerdo con las autoridades del país asiático, las medidas “dañan los derechos e intereses legítimos” de sus empresas y reflejan un giro proteccionista.
Durante 2025, México ha iniciado 11 investigaciones comerciales contra compañías chinas, casi el doble que el año pasado. Para Pekín, esta tendencia está relacionada con la presión de Washington, en medio de la guerra económica que mantiene con el gigante asiático.
Estados Unidos, el factor detrás del conflicto
La embajada china en México acusó al Gobierno estadounidense de ejercer “presiones económicas” para que sus socios reduzcan la cooperación con China. “A Estados Unidos no le interesa el crecimiento de México, sino convertirlo en una herramienta geopolítica”, señaló la representación diplomática.
Mientras tanto, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha insistido en que las investigaciones mexicanas responden a procesos técnicos y no a motivos políticos. También afirmó que se mantiene el diálogo con los gobiernos asiáticos afectados por las posibles tarifas.
Inversión en riesgo
A pesar del conflicto, la inversión china en México continúa al alza. En 2024, el país asiático destinó más de 700 millones de dólares a proyectos industriales en Guanajuato, Coahuila y Ciudad de México. Sin embargo, analistas advierten que la tensión podría enfriar nuevas inversiones y complicar la expansión del nearshoring.
El Congreso mexicano decidirá en las próximas semanas si aprueba la imposición de aranceles de hasta 50% a productos chinos. Desde Pekín, el mensaje ha sido contundente: “El mundo necesita cooperación, no barreras comerciales”, afirmó el Ministerio de Comercio.

