Ocho escuelas reportan alumnos afectados
Al menos ocho escuelas públicas de Tijuana registraron casos de intoxicación entre sus estudiantes tras consumir desayunos en mal estado distribuidos por la empresa AB Alimentos Nutraséuticos Funcionales SA de CV. Los planteles afectados forman parte del programa “Pancita llena, corazón contento”, implementado por el gobierno de Baja California a través de la Secretaría del Bienestar.
Uno de los casos se presentó en la primaria “Héroes de la Reforma”, donde la directora Angelina Díaz Álvarez alertó a los padres de familia sobre pollo en mal estado que se sirvió en el menú del viernes 3 de octubre. Según testimonios, varios alumnos presentaron vómito y diarrea, por lo que se pidió a los tutores recogerlos y llevarlos a recibir atención médica.
La directiva del plantel informó que, en caso de acudir con médicos particulares, los padres deberán presentar la factura con el nombre del menor, ya que la empresa distribuidora asumirá los gastos médicos.
Detalles del contrato con la empresa
El Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Poder Ejecutivo de Baja California adjudicó en enero de 2025 el contrato anual a AB Alimentos, con un costo de 26.49 pesos por platillo. El servicio alcanza un monto diario de 2 millones 267 mil 226 pesos, más un 8 por ciento de IVA, para cubrir a 85 mil estudiantes de educación básica.
De acuerdo con la licitación pública regional 32065001-001-2025, la empresa debe garantizar alimentos con calidad nutricia durante el ciclo escolar 2025. El contrato inició el 4 de febrero y continuará hasta el último día hábil del calendario escolar.
Este programa representa una de las inversiones más significativas en materia alimentaria en la entidad, debido al número de beneficiarios y al presupuesto que se destina cada día.
Objetivo del programa y reacciones
El programa “Pancita llena, corazón contento” busca garantizar el derecho a la alimentación de niñas y niños en escuelas primarias, además de contribuir a su rendimiento académico. Su aplicación se concentra en zonas vulnerables consideradas de atención prioritaria.
Tras lo ocurrido, padres de familia expresaron preocupación por la calidad de los alimentos y exigieron medidas para evitar que se repitan incidentes que afecten la salud de los estudiantes. Por su parte, autoridades educativas señalaron que investigarán las causas de la intoxicación y darán seguimiento a la empresa responsable del suministro de los desayunos.
El incidente abrió un debate sobre la supervisión del servicio alimentario, pues se trata de un programa que atiende a miles de estudiantes diariamente y cuya finalidad es garantizar bienestar en la comunidad escolar.

