Juzgar con perspectiva de género es un deber humano frente a siglos de desigualdad: Ávila Cera

TOLUCA, México, 28 de Abril de 2025.- “Juzgar con perspectiva de género no es un favor, no es una moda ni una tendencia judicial, es una obligación constitucional, legal y ética. Es, sobre todo, un deber humano frente a siglos de desigualdad”, así lo advirtió Verónica Ávila Cera, aspirante a jueza en el Distrito Toluca, en la próxima elección para la renovación del Poder Judicial del Estado de México, que se llevará a cabo el próximo 1 de junio.
Al participar en el Congreso Nacional de Derecho Judicial para aspirantes a Ministras y Ministros, Magistradas y Magistrados, Juezas y Jueces del Poder Judicial en México, que organizó la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México, la abogada Ávila Cera indicó que juzgar con perspectiva de género es hoy un imperativo constitucional y ético del Poder Judicial.
Consideró que México enfrenta una crisis de violencia estructural contra las mujeres y personas con identidades de género diversas, en el que el Poder Judicial tiene un papel crucial para revertir estas desigualdades históricas desde su función jurisdiccional.
“Juzgar con perspectiva de género implica romper estereotipos, identificar relaciones asimétricas de poder y garantizar justicia real y efectiva, puntualizó, y dijo que por eso es fundamental alentar la participación de todos los ciudadanos para que acudan a las urnas el próximo 1 de junio a expresarse a favor de una justicia accesible para todos.
Indicó que juzgar con perspectiva de género no es juzgar a favor de las mujeres, sino identificar condiciones estructurales de desigualdad que afectan el acceso a la justicia. Supone analizar la situación de vulnerabilidad histórica o contextual, la existencia de estereotipos de género en los hechos y pruebas; si el derecho se aplica de forma diferenciada injustamente, e incluso si el hecho, conducta o proceso refleja violencia de género.
Por último, Ávila Cera precisó que en casos de violencia doméstica o abuso sexual no puede exigirse a la víctima conductas estandarizadas como gritar, huir o denunciar de inmediato, pues eso invisibiliza los contextos de miedo, dependencia económica, coerción o control.