Martha Angeles Constantino, investigadora UAEMéx, explora la maternidad ejercida por mujeres en situación de encarcelamiento

• Las mujeres privadas de libertad enfrentan una serie de estigmas comunes que las etiquetan como “malas mujeres” y “malas madres”.
• Este trabajo académico, forma parte de de la Cátedra de Investigación “Infancias con referentes de crianza en prisión: Infancia es destino” instalada en conjunto entre la UAEMex, el Poder Judicial, dependencias estatales y el Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).

Como parte del trabajo académico y de investigación relacionado con la exploración de dinámicas de vulnerabilidad, género y violencia, Martha Isabel Angeles Constantino, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) desarrolló un proyecto acerca de mujeres privadas de libertad, en el que destaca la complejidad de la maternidad en contextos de encarcelamiento.
Su interés por este tema inició al desarrollar su tesis doctoral titulada, “Mujeres con historia de cárcel. La intimidad: un género discursivo para comprender la culpa”, en el cual se enfoca a mujeres en situación de encarcelamiento y el sentimiento de culpa como factor principal y a raíz de eso, se centró en la maternidad dentro de prisión.
Con una trayectoria de 30 años como profesora investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx y una profunda fascinación en el análisis de las interacciones sociales, Angeles Constantino destacó que las mujeres privadas de libertad enfrentan una serie de estereotipos comunes que las etiquetan como “malas mujeres” y “malas madres”. Estos estereotipos arraigados en prejuicios sociales a menudo perpetúan la idea de que estas mujeres son incapaces de criar adecuadamente a sus hijos debido a su situación de encarcelamiento.
“La maternidad en prisión lleva consigo todas las expectativas que existen en el exterior, se espera que sea ejemplar; sin embargo, alcanzar estos estándares es extremadamente difícil”. Abundó que a menudo estas mujeres enfrentan desafíos significativos, incluida la falta de recursos y apoyo adecuados, así como la estigmatización por parte de la sociedad.
La investigadora enfatiza que a pesar de los desafíos, muchas mujeres encarceladas están comprometidas con ser madres, pero se ven obstaculizadas por las condiciones de prisión y sus propias circunstancias. La violencia dentro del centro penitenciario, así como la falta de accesos a servicios básicos como atención médica, complican aún más su capacidad para ejercer la maternidad de manera efectiva.
“Existe una falta generalizada de perspectiva de género en el sistema penitenciario mexicano, lo que resulta en espacios muy limitados para el desarrollo maternal. Si bien, actualmente existe un claro progreso en cuanto a la maternidad en distintos centros penitenciarios, es claro que no son espacios adecuados para la crianza de las infancias, ya que, en su mayoría, las cárceles en México están diseñadas para hombres”, destacó.
La falta de recursos y apoyo adecuados, así como la estigmatización por parte de la sociedad, agravan los desafíos de estas mujeres en su papel como madres. Angeles Constantino explica que es fundamental reconocer que estas mujeres tienen otras necesidades especiales que deben ser atendidas para que de esta forma se pueda dar la maternidad. Solo a través de una comprensión empática y profunda de sus experiencias, dijo, se puede trabajar hacia soluciones que promuevan el bienestar de estas mujeres y sus hijos.
Cabe hacer mención que este trabajo académico, forma parte de de la Cátedra de Investigación “Infancias con referentes de crianza en prisión: Infancia es destino” de UAEMex, instalada en conjunto entre la UAEMex, el Poder Judicial, dependencias estatales y el Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).
Finalmente, refirió que su experiencia como investigadora ha inspirado a niñas y jóvenes a incursionar en el campo de la investigación en las ciencias sociales, destacando que se trata de un campo sin exclusividad de género: “Toda ciencia tiene un enfoque hacia el ser humano. El talento no es una cuestión de género sino de capacidad. Siempre les insto a mis estudiantes a tener confianza en sí mismos, a salir y experimentar, porque solo así podrán crecer y aprender”, destacó.