Desde su implantación en 2017, Airbnb ha desempeñado un papel crucial en la economía de hospedaje en México, particularmente en la Ciudad de México, donde ha aportado 500 millones de pesos en impuestos sobre hospedaje (ISH) hasta el cierre de 2023. A nivel nacional, la cifra asciende a aproximadamente 2,200 millones de pesos desde la misma fecha, marcando un hito importante en la contribución fiscal de las plataformas digitales en el país.
En 2017, la Ciudad de México se pionera al implementar el ISH a plataformas digitales, un movimiento que precedió a una reforma fiscal significativa en 2020 que afectó a toda la nación. Esta medida ha demostrado ser un éxito en la generación de ingresos fiscales, extendiéndose a otros 15 estados mexicanos como Quintana Roo y Jalisco, entre otros.
El modelo de negocio de Airbnb no solo facilita el cumplimiento fiscal, sino que también promueve el turismo sostenible y el desarrollo económico local. Ángel Terral, director general de Airbnb para México, Centroamérica y el Caribe, expresó su orgullo por los resultados obtenidos y reiteró el compromiso de la empresa con el crecimiento sostenible del turismo en la región. Terral enfatizó la importancia de los impuestos como herramienta vital para la financiación de gobiernos locales y para el desarrollo comunitario.
Además de los beneficios fiscales, Airbnb también fomenta el desarrollo económico a través de la promoción de pequeñas y medianas empresas (pymes). Según encuestas realizadas por la empresa, el 90% de los anfitriones en la Ciudad de México recomiendan pymes locales a sus huéspedes, lo cual tiene un impacto directo en la economía local. En 2023, estas recomendaciones generaron un impacto económico de más de 15,000 millones de pesos y ayudaron a sostener más de 63,000 empleos en la región.
En términos de gasto turístico, se estima que por cada dólar gastado en alojamientos de Airbnb, los huéspedes invierten tres dólares adicionales en actividades locales, beneficiando así a toda la comunidad y extendiendo los ingresos más allá de la plataforma misma.
Este impacto económico se revela en un momento crucial, justo después de que la Ciudad de México anunciara nuevas regulaciones para combatir la gentrificación, incluyendo un límite en la cantidad de propiedades que una persona puede ofrecer en la plataforma y la creación de un registro oficial de anfitriones.