Lo que pudo ser una fuente de avance en infraestructura durante los últimos nueve años en Cuajimalpa, fue un estancamiento y no se priorizó la inversión pública para repuntar en empleo, mejor movilidad, agua, orden urbano y darle optimismo a la economía regional.
Así lo expresó Carlos Orvañanos, candidato a alcalde de la Alianza Va por la CDMX en Cuajimalpa, quien explicó que la inversión es un detonante de crecimiento para cualquier comunidad, pero con resistencias desde una autoridad que piensa ser dueña de la demarcación, las posibilidades de prosperidad para la misma, son nulas.
“Vamos a proyectar de manera anual un presupuesto robusto para inversión y obra pública; lo que más nos piden los vecinos son acciones y proyectos de rehabilitación en el espacio público y en rubros como el educativo, cultural y deportivo”.
Al ganar la elección este 2 de junio, vamos a lograr que Cuajimalpa sea de las alcaldías que más inversión pública genere y no la vamos a rezagar como ha sucedido en las últimas tres gestiones.
Orvañanos dijo que su gobierno será un verdadero gestor de recursos ante el Poder Legislativo y no se quedará de “brazos cruzados” para fomentar la inversión pública y ampliar los servicios encaminados a una alcaldía de primera donde sus habitantes se sientan seguros, confiados y cómodos por la calidad de vida que se ofrece.
