La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), bajo la dirección de Ana Gabriela Guevara Espinoza, enfrenta severas acusaciones de malversación de fondos. Un reciente informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha sacado a la luz un caso de pagos indebidos por un valor de 17.4 millones de pesos mexicanos por servicios de limpieza que, al parecer, nunca fueron prestados.
Según el documento de la auditoría 141-DS, la CONADE no ha logrado demostrar la realización efectiva de los servicios de limpieza conforme a los términos y condiciones acordados en el contrato específico número SE-041-19. Este contrato, otorgado a la empresa Rapax, S.A. de C.V., incluía el desarrollo de un sistema biométrico destinado a generar informes que confirmarían la ejecución de los servicios de acuerdo con las especificaciones del contrato. Sin embargo, la falta de pruebas relacionadas con la instalación de este sistema biométrico y la generación de los informes correspondientes ha llevado a presumir un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal por un monto considerable.
El escándalo se intensifica con el hecho de que el contrato IA-011L6I001-E47-2019-2133310, celebrado entre la Secretaría de la Función Pública y la CONADE para el período 2019-2021, no incluye la suma en cuestión, lo que sugiere una discrepancia financiera significativa. Además, la empresa implicada, Rapax, S.A. de C.V., ha sido previamente señalada por incumplimientos contractuales y por involucrarse en prácticas cuestionables de manejo de recursos públicos, según denuncias de Raquel Buenrostro, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Este caso añade una capa más a la sombra de corrupción y desvío de fondos que parece cernirse sobre la CONADE, con implicaciones que alcanzan hasta su más alto nivel de dirección. A pesar de las crecientes acusaciones, ni Ana Gabriela Guevara Espinoza ni su equipo han presentado la documentación necesaria para justificar el desembolso de más de 17 millones de pesos en servicios no verificados.
La auditoría de 2020, centrada en el ejercicio presupuestario de 2019, también reveló deficiencias en la acreditación de la formación del personal encargado de la limpieza, la falta de documentación para el personal cualificado en limpieza de laboratorios y hospitales, y la omisión en el suministro inicial de materiales de limpieza, que deberían haberse proporcionado mensualmente.
