México ha experimentado un cambio notable en los patrones de migración, particularmente en su frontera sur con Guatemala. Un fenómeno creciente ha capturado la atención de las autoridades y la opinión pública: el incremento exponencial de migrantes asiáticos que buscan cruzar hacia territorio mexicano.
Según datos proporcionados por la Unidad Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación, ha habido un crecimiento alarmante en el número de migrantes asiáticos entrando irregularmente por la frontera sur de México. En 2021, la cifra se situó en 1,581 personas, pero para 2022, este número se disparó a 10,382. Este aumento no solo refleja un cambio significativo en las tendencias migratorias sino también plantea desafíos para las políticas migratorias.
El perfil de los migrantes es diverso, con un predominio de nacionales de China, India y Afganistán. Estos individuos emprenden largas y peligrosas travesías en busca de mejores condiciones de vida o escapando de situaciones adversas en sus países de origen. La estadística más reciente revela que los migrantes de China e India representaron las mayores cifras, con 12,142 y 11,232 personas respectivamente, mientras que los ciudadanos afganos también mostraron un notable incremento, llegando a 2,270.
El fenómeno migratorio desde Asia hacia México plantea diversas interrogantes y desafíos. Primero, está la cuestión de la integración y el alojamiento de estos migrantes dentro de la sociedad mexicana. Además, surge la necesidad de reforzar las políticas migratorias y de seguridad, sin comprometer los derechos humanos de los migrantes.