PODER Y PUDOR

Por FREDDY SERRANO DÍAZ

Una feroz competencia libran nuestras democracias por designar responsables en el “poder”;
la toma de decisiones y el control de los recursos depende también del “pudor”, la sensatez de la conducta humana lejos de ideologías.

¿De qué sirve conseguir metas sino hay deferencias entre los de izquierda, derecha y centro?, pues bien, ese es el reto, siempre habrá conflicto, insatisfacción, expectativas no cumplidas y desigualdad social, esto cambiará cuando compartan el mismo respeto por sus opuestos, así sus ideales se mantengan distintos y distantes.

Ahí van de arriba abajo culpándose los unos a los otros, mientras la participación en los gobiernos sigue siendo cesgada, hay tiranía, el aparato es lento, hay manipulación de elecciones, el financiamiento político es desigual y la corrupción escala a todos los niveles, es decir, ha hecho carrera la imposibilidad de congeniar con el recato y el sentido común.

Sin importar de donde proviene un líder o con qué ideología simpatiza, se hicieron recurrentes las casas lujosas, los viajes suntuosos, la desproporcionada malversación de fondos, los vicios y los escándalos propios, de todo y para todos los gustos, el lugar común: el exceso y la desfachatez.

Lejos de una película entre buenos y malos, tener democracias nos garantiza mínimamente la rendición de cuentas, el respeto a los derechos y la participación ciudadana, ahora, nos corresponde recuperar a idiotizados votantes que se niegan a escoger personas más brillantes que ellos mismos.

Mejorar nuestra sociedad no depende de zurdos o diestros, de clases o reivindicación, es un asunto de respeto, de otorgar autoridad a quienes se la ganan con buen ejemplo más que con discurso.

“Solo si hay autonomía hay libertad, si hay pudor habrá poder y si hay autoridad habrá cambio”.