Paz y Reconciliación

 

El Papa Francisco prepara Sucesión y el Sínodo de Obispos

Luis Vega D.

Dentro y fuera de la Iglesia Católica, tal vez influenciados por los procesos de sucesiones presidenciales en Estados Unidos, México, España y países de América Latina, se ha empezado a especular de la posible sucesión del Papa Francisco.

Hay varias razones para ello: el nombramiento de 21 cardenales este fin de semana en Roma, la precaria salud del Romano Pontífice, el descontento al interior de la institución por las reformas de la curia vaticana de los últimos 10 años y los nuevos retos que enfrenta la Iglesia en el mundo para cumplir su misión de evangelizar.

Cuando era joven, el papa Francisco sufrió una neumonía grave, razón por la cual le extirparon una parte del pulmón; hace unos años fue operado del colon por divertículos; la rodilla derecha provoca dolores por lo que tiene que usar bastón y una silla de ruedas; y, sus visitas para chequeos médicos al hospital Gemeli de Roma son cada vez más frecuentes.

Ante las dificultades de salud, en su viaje a Canadá, dijo que “cambiar de Papa no sería una catástrofe”, aunque no ha pensado en renunciar todavía, pero “eso no quiere decir que pasado mañana no lo piense. ¡La puerta está abierta!”, reconoció. Se sabe que el papa Francisco desde hace varios años tiene firmada su carta de renuncia en caso que sufra una discapacidad.

Tras la renuncia de Benedicto XVI, esgrimiendo edad avanzada, no se descarta que por razones de salud el Papa argentino convoque al Colegio Cardenalicio a elegir un nuevo Pontífice para la Iglesia Católica. Actualmente el grupo de cardenales está integrado por 242 miembros, de los cuales sólo 137 tiene derecho a voz y voto.

El sábajo pasado el Papa Francisco celebró el Consistorio en el que creó 21 nuevos cardenales (18 con posibilidad de votar y ser votados para ser el nuevo Papa y 3 sin derecho a sucesión por motivos de edad) y en su mensaje dijo: “somos evangelizadores en la medida que conservamos en el corazón el asombro la gratitud de haber sido evangelizados; evangelizados evangelizadores y no funcionarios”.

Y como si hablara en parábolas dijo sobre la misión de la Iglesia y trabajo de los nuevos cardenales: la diversidad es necesaria, es indispensable. Es fundamental la escucha recíproca. El director de la orquesta está al servicio de esta especie de milagro que representa cada ejecución de esta sinfonía, a él le corresponde escuchar más que a todos los demás. Cada sonido debe contribuir al proyecto común. Cada músico debe escuchar a los demás.

“La imagen de la orquesta es la que enseña mejor a ser iglesia sinfónica y sinodal. Y si tenemos como maestro al Espíritu Santo, es EL quien crea la variedad y la unidad de una misma armonía. La iglesia no vive de rentas, ni mucho menos de un patrimonio arqueológico, sino que vive del presente de Dios, por la acción del Espíritu Santo”, dijo.

Muchos vaticanólogos y expertos de la Iglesia Católica opinan que con estos y otros nombramientos realizados, Francisco busca poner en el centro de la Iglesia y promover a los más altos rangos de la institución al clero de los países en desarrollo, a las necesidades de las iglesias de las periferias y a las comunidades minoritarias. Y por el contrario, haciendo a un lado las sedes y personajes de sedes de las diócesis de Europa (Italia, Francia, Alemania) y Estados Unidos.

En el nombramiento de los nuevos cardenales destacan los representantes de Africa, Asia (Hong Kong), Oriente Medio y América Latina, de donde proceden 5 de ellos, pero solo 3 pueden aspirar a ser sucesores de San Pedro. Es importante destacar que el Papa ha dado posiciones relevantes al interior de la Curia Vaticana y como cardenales a jesuitas, agustinos, franciscanos, salesianos y capuchinos.

Con el Consistorio de esta semana en Roma, unicia la 16 Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos(4-29 de octubre), donde el Papa, obispos y laicos intercambien información y experiencias, con el objetivo de buscar soluciones pastorales obre los nuevos retos de la Iglesia Católica en el tercer milenio. El Papa dijo que no será “un show televisivo” sino un momento espiritual y de oración. No es un momento para hacer política, ni un debate, ni un ejercicio sociológico, sino el díalogo de la Iglesia.

En el Sínodo de la Sinodalidad ya hay sorpresas: el 25% son fieles que no son obispos, religiosos y religiosas muchos de ellos. No se van a analizar cuestiones doctrinales de la Iglesia Católica sino de mejorar la relación de los fieles con los obispos y pensar los mejores caminos de la evangelización.

Pero de que estará presente el fantasma de la sucesión del Papa Francisco no hay duda.