Después de varios meses de paro de actividades y ocupación por parte de estudiantes, la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido finalmente liberada. A pesar de esta liberación, aún no se ha establecido una fecha concreta para el regreso a las clases y actividades académicas.
En un comunicado emitido por la propia institución, se anunció que en la noche del 7 de agosto, las instalaciones de la Facultad de Artes y Diseño fueron entregadas a las autoridades universitarias. Sin embargo, se mencionó que se han identificado daños y actos de vandalismo en algunas áreas, lo que será objeto de un recuento detallado en los próximos días.
El conflicto que mantuvo a la Facultad en paro indefinido de labores se inició el 15 de febrero del presente año. Desde entonces, un grupo de estudiantes tomó el control de las instalaciones ubicadas en Xochimilco como parte de una serie de movilizaciones y actos de resistencia.
Dentro de su pliego petitorio, los estudiantes presentaron demandas relacionadas con temas de seguridad, atención a denuncias de acoso, transparencia en el uso del presupuesto asignado, claridad en el proceso del plan de estudios, entre otras. La prolongada ocupación buscaba obtener respuestas y soluciones por parte de las autoridades universitarias a estas problemáticas.
Las autoridades universitarias, a través del comunicado, solicitaron a la comunidad estudiantil mantenerse atentos a los comunicados oficiales de la Facultad, donde se informará sobre el proceso a seguir para el regreso a la actividad académica en el plantel.
La UNAM, por su parte, condenó enérgicamente los actos de vandalismo perpetrados durante el paro. Informaron que las oficinas de gobierno de la Facultad fueron vandalizadas y equipos fueron robados. Sin embargo, aseguraron que ya se habían atendido los 17 puntos del pliego petitorio presentado por los estudiantes, y reafirmaron su compromiso con el diálogo y la solución pacífica de las problemáticas planteadas.
A pesar de la liberación de la Facultad, el conflicto ha dejado a su paso una serie de desafíos que deberán ser abordados por las autoridades y la comunidad estudiantil. El regreso a la normalidad requerirá un esfuerzo conjunto para reestablecer el ambiente académico y continuar trabajando en la mejora de las condiciones de estudio y convivencia en esta institución educativa.