¿Los hoteles todo includo son quienes ofrecen la Comida de pesima calidad?

Anteriormente hemos hablado del engaño que pueden tener los paquetes vacacionales “Todo Incluido” al tener en cuenta que no todo es lo que parece, pero cuando uno reserva unas merecidas vacaciones o un viaje de negocios, entre las muchas expectativas que se tienen al llegar a un hotel, la calidad de la comida juega un papel fundamental.

Los establecimientos deben priorizar la mejora continua y la capacitación constante de su personal de cocina.

La mayoría de los hoteles se jactan de ofrecer una experiencia gastronómica excepcional, con menús variados, elaborados por chefs de renombre y utilizando ingredientes frescos y de alta calidad. Sin embargo, la realidad que se encuentra tras las apetitosas promesas puede ser muy diferente.

En algunos casos, los hoteles optan por reducir costos y comprometer la calidad de los alimentos, lo que lleva a ofrecer platos poco apetecibles, con ingredientes de dudosa procedencia y en ocasiones, preparaciones poco higiénicas.

La mayoría de estos hoteles son aquellos que siempre ves publicados y recomendados en aquellos paquetes de vacaciones “todo incluido” pues al tener ciertos “Costos Accesibles” la comida es uno de los factores fundamentales pues los paquetes ya mencionados ofertan los alimentos gratuitos mientras estén dentro de la dinámica que establezcan los hoteles.

En algunos casos, los hoteles optan por reducir costos y comprometer la calidad de los alimentos, lo que lleva a ofrecer platos poco apetecibles, con ingredientes de dudosa procedencia y en ocasiones, preparaciones poco higiénicas. Los huéspedes que esperan deleitarse con auténticas delicias culinarias pueden encontrarse con opciones limitadas y poco atractivas que, en algunos casos, ni siquiera cumplen con las expectativas mínimas de una comida aceptable.

Factores detrás de la comida de pésima calidad en hoteles

Diversos factores contribuyen a la situación de la comida de pésima calidad en algunos hoteles:

  1. Estrategias de reducción de costos: Los hoteles, especialmente aquellos con categorías más económicas, pueden verse tentados a reducir costos en la alimentación para mantener precios competitivos. Esto puede implicar la compra de ingredientes de baja calidad y la simplificación de preparaciones para ahorrar tiempo y dinero.
  2. Falta de control de calidad: En algunos establecimientos, la ausencia de un adecuado control de calidad en la selección de proveedores y la supervisión de la cocina puede dar lugar a la inclusión de ingredientes de baja calidad y preparaciones deficientes.
  3. Falta de capacitación del personal: La calidad de la comida depende en gran medida de la habilidad y conocimiento de los cocineros y el personal de cocina. Cuando estos carecen de una formación adecuada, la preparación de los platos puede dejar mucho que desear.
  4. Falta de variedad y creatividad: La repetición de menús monótonos y carentes de creatividad puede afectar negativamente la experiencia gastronómica de los huéspedes, especialmente en estancias prolongadas.
  5. Falta de compromiso con la excelencia: Algunos hoteles pueden carecer del compromiso necesario para ofrecer una experiencia culinaria excepcional y priorizar otros aspectos del servicio.

Para evitar caer en la trampa de la comida de mala calidad, los hoteles deben ser transparentes en sus descripciones y promesas gastronómicas. Es fundamental que se apeguen a lo ofrecido y que cumplan con las expectativas de sus clientes.

Asimismo, los establecimientos deben priorizar la mejora continua y la capacitación constante de su personal de cocina. Un compromiso genuino con la excelencia culinaria puede ser un factor diferenciador y contribuir al éxito y prestigio del hotel.

 

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