Las crisis del siglo XXI

M.C. y H. Oswaldo Rodríguez Amaya

 

Durante los últimos veinte años a los mexicanos nos ha tocado observar diferentes tipos de crisis, toda y cada una de ellas diferentes entre sí. Por un lado hemos sido una generación que nos tocado lidiar con conflictos internacionales, con atentados terroristas, como en el caso de las luchas entre Estados Unidos Al Qaeda. También hemos sido una generación que ha trabajado en grandes innovaciones tecnológicas como el internet y todos los servicios digitales que hoy conocemos y que damos por normales.

 

Hemos sido una generación que hemos sobrevividos afortunadamente a la última pandemia y que hemos aprendido a valorar lo que tenemos y que hacemos, no obstante, seguramente seremos las personas que durante los últimos años más resentimos el cambio climático, hoy no llueve, hoy no hay agua, hoy vemos el planeta más contaminado y son pocos los ciudadanos que hacen algo.

 

Las crisis que viven hoy diferentes estados en todo México por el agua nos reflejan una realidad que ya está aquí y que cada vez estaremos afrontando de una forma más directa, no obstante, los gobiernos poco han hecho este sentido, pues el marco normativo legal y las instancias encargadas de salvaguardar el vital líquido brillan por su ausencia.

 

Hace algunos días la CONAGUA indicó que debido a una histórica sequía en el noreste de México ha trastocado la vida de Monterrey por falta de agua, sin embargo, esta crisis no solo impacta el norte de nuestro país, sino por supuesto toda la República Mexicana, pues algunos han considerad que este año ha sido muy seco he incluso el peor en lo que va del siglo, dado los niveles de afectación que se tiene en las diferentes pesas y las pocas lluvias que ha habido.

 

Otro ejemplo es la dependencia que tiene la Ciudad de México de los principales acuíferos de la Zona Metropolitana, Cuautitlán, Pachuca y Texcoco, sin embargo, los tres están clasificados como los más sobreexplotados del país, razones que sí nos deben de motivar a generar nuevas acciones que cambien no solo el consumo personal sino también el consumo de las diferentes industrias en todo el país, dado que si bien es cierto acciones pequeñas generan grandes cambios en el mundo también es cierto que necesitamos la participación de todos.

 

Hoy más que nunca el gobierno federal debe de tomar un papel protagónico que vaya más allá del discurso político y que implique un trabajo directo de la CONAGUA, dado que son ellos prácticamente las únicas instancias que pueden incidir por la normativa y por el presupuesto en mayor y mejor infraestructura, así como mejores sistemas de captación de agua en todas las regiones.