Veinte países americanos firman declaración para contener crisis migratoria

Veinte países americanos, entre ellos Estados Unidos, México y varias naciones centroamericanas, se unieron este viernes en una declaración con compromisos concretos para contener la crisis migratoria de la región.

 

El acto de firma de la llamada “Declaración de Los Ángeles sobre migración y protección” estuvo encabezado por el presidente estadounidense, Joe Biden, durante la última jornada de la IX Cumbre de las Américas, que reúne a dirigentes de todo el continente en esa ciudad californiana.

 

“Ninguna nación debe asumir sola esta responsabilidad”, dijo Biden, quien destacó que no solo está aumentando la migración irregular que se dirige a Estados Unidos, sino que a Colombia han llegado “millones” de venezolanos y que los migrantes representan ahora “el 10 % de la población de Costa Rica”.

 

Para aliviar la presión que generan esos flujos, los países firmantes se comprometieron -entre otras cosas- a expandir las oportunidades de migrar legalmente para contener la llegada de indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos, que sigue en aumento.

 

“Necesitamos detener las formas peligrosas e ilegales en las que está migrando la gente. La migración ilegal no es aceptable, y vamos a asegurar nuestras fronteras”, aseguró Biden.

 

Estados Unidos prometió ampliar hasta 20.000 su cuota de refugiados de las Américas para 2023 y 2024, con especial prioridad a los procedentes de Haití, así como a seguir aceptando trabajadores temporales no agrícolas procedentes de Centroamérica y a prevenir “abusos” en su contratación.

 

La declaración la firmaron Estados Unidos, Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.

 

Entre quienes no la suscribieron están tres países de origen de muchos de los migrantes indocumentados que recorren el continente: Cuba, Venezuela y Nicaragua, a los que el Gobierno estadounidense decidió no invitar a la Cumbre de las Américas por considerar que no son democráticos.