Una mujer logra vencer al VIH usando un tratamiento médico único

Una mujer de mediana edad fue diagnosticada con VIH hace 10 años y durante años tomó antivirales para evitar que la carga viral afectara su sistema inmunológico.

Ella recibió, a través de IMPAACT (International Maternal Pediatric Adolescent AIDS Clinical Trials Network), trasplantes de médula ósea de donantes con mutaciones que bloquean el VIH.

Uno de los donantes, conocido como «el paciente de Berlín», estuvo en remisión durante más de una década antes de fallecer en 2020 a causa de leucemia. El otro, un hombre latino apodado el «paciente de Londres», lleva más de dos años libre del virus.

Estos dos, y la paciente, fueron diagnosticados con leucemia, una afección potencialmente mortal que afecta la médula ósea. Ella, como muchos otros pacientes, llevaba mucho tiempo esperando por un donante, pero parecía imposible encontrar un tejido compatible. Entonces, los médicos decidieron usar la sangre del cordón umbilical de un recién nacido, que no requiere una compatibilidad inmunológica perfecta entre el huésped y el donante.


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Desde la década de 1990, más de 35 000 pacientes de leucemia en todo el mundo han recibido una donación de sangre de cordón umbilical.

Sin embargo, el tratamiento que recibió la paciente combina la sangre del bebé con la de un pariente compatible. Esto se debe a que la sangre del cordón umbilical tarda en generar suficientes glóbulos blancos para combatir las infecciones. Por lo tanto, es necesario proporcionar al paciente una defensa natural hasta que las células madre del cordón generen los leucocitos.

Protección de por vida contra el VIH

Hasta ese momento, la mujer recibía el tratamiento moderno contra la leucemia mielógena aguda (LMA). Pero las células del cordón umbilical que recibió tenían un bonus track: ADN con dos copias de la mutación CCR5 delta-32. Quien posea esta mutación, tiene una «cerradura» que evita que las cepas de VIH ingresen a las células.

Alrededor de tres meses después del trasplante, todos los glóbulos blancos T y las células mieloides de la paciente no provenían de la médula anterior o de la sangre de su pariente, sino de las células madre en la sangre del cordón umbilical.

Eso significa que todos presentaban la versión protectora del CCR5, bloqueando al VIH para siempre. La mujer abandonó el hospital 17 días después del tratamiento, ya que no sufrió efectos secundarios comunes entre los trasplantes de médula. Desde entonces, ha dejado los antirretrovirales y no muestra virus activos.

Aunque estos resultados son emocionantes, la nueva terapia contra el VIH no estaría disponible para todos los pacientes, por ahora. Los riesgos de este tratamiento exigen que solo sea usado para tratar cánceres de sangre pero, con la potencial ventaja de curar el VIH.

Este estudio aún no ha sido publicado en alguna revista. Los hallazgos se presentaron en Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections.

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