La sociedad actual se encuentra inmersa en diversos contextos como, la falta de empleo, el desmedido uso a las redes sociales, la violencia de género y situaciones de acoso y abuso laboral y sexual que limitan una verdadera óptica sobre temas de gran trascendencia en la sociedad que lastiman y vulneran el espacio natural y vital de la mujer.
Se ha detectado un aumento exponencial de la violencia de género, misma que se extiende por todo el país, debemos dar la voz de alerta y sumar esfuerzos desde cualquier medio de comunicación para coadyuvar en la contención y eliminación de este flagelo social.
En nuestro país las disposiciones jurídicas, desde la Constitución Política de los estados unidos mexicanos previenen y socializan el total respeto a los derechos de la mujer, materializándose en la ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, este documento de vanguardia nacional detalla con claridad, en su articulado todas aquellas conductas que están prohibidas, y vincula a las entidades federativa a establecer políticas públicas que garanticen el derecho de las mujeres en sus relaciones laborales , promover y difundir en la sociedad que el acoso y hostigamiento sexual son delitos, además de la obligación de diseñar programas que brinden servicios de apoyo a las víctimas, así como generar acciones transversales entre las instituciones para dar el apoyo necesario y suficiente para atender profesionalmente a las mujeres que hayan sufrido acciones de violencia en su contra.
El reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres no ha logrado permear en la sociedad, a pesar de que en los medios de comunicación se difunden permanentemente, ya que también es constante la información de abusos y violación de sus derechos en todas las esferas de la vida pública y privada.
Es importante mencionar que en nuestro país se reconoce una doble estigmatización contra estereotipos femeninos siendo aún más vulnerables y acosadas no solo las mujeres por si mismas si no aquellas que presentan una condición indígena o con alguna discapacidad.
Ante tal situación, es necesario redoblar esfuerzos desde el sector educativo en la población estudiantil de nivel básico, medio superior y superior y hacer énfasis en la importancia del respeto de las mujeres, así como en el entorno familiar donde, los menores actúan por imitación y copian los patrones de conducta de sus mayores, que al no ser erradicados con toda oportunidad se corre el riesgo de tener una escalada de violencia hasta llegar al feminicidio.
Si bien, en el contexto de la pandemia se han hecho más notorios los abusos y hostigamiento que sufren la mujeres, se debe poner manos a la obra y encauzar los esfuerzos de los entes públicos, con acciones y en colaboración de organizaciones de la sociedad civil, los espacios universitarios la academia, el sector privado y la ciudadanía para lograr erradicar los estereotipos de género para lograr un bienestar común, pero sobre todo para alcanzar un pleno ejercicio de la igualdad sustantiva y consolidar una sociedad más justa e igualitaria.
Miguel Ángel Cruz Muciño
Abogado y especialista en Derechos Humanos