El periodo electoral siempre es una momento crítico en el rumbo de cualquier nación. Alemania, la gran potencia europea, tampoco es la excepción al caso, más porque este domingo se definen cosas muy importantes para el futuro de los germanos, pues no solo se elige a un nuevo canciller, también se encuentra en juego 200 mil viviendas que podrían pasar a formar parte de la propiedad pública, además de la elección de los comicios a nivel federal, estatal y municipal.
Un futuro incierto para miles de hogares en Berlín
Este es un momento crucial para la capital alemana, pues en estos momentos una elección es la barrera que puede evitar el embargo de 200 mil hogares propiedad de grandes empresas para que formen parte de la propiedad pública.
Esta situación ha generado un movimiento social que busca la conservación de los hogares capitalinos. Bajo el lema “que Berlín siga siendo nuestro hogar”, miles de familias buscan defender sus hogares a toda costa.
Se sabe que la empresa inmobiliaria Deutsche Wohnen, es dueña de por lo menos 113 mil viviendas en la capital alemana. Siendo el principal objetivo del movimiento la aprobación en referéndum empujaría al Senado a la elaboración de una norma al respecto. Además, hay otras 3.000 viviendas que son de titularidad “privada” y que también entran dentro de las peticiones.
Por último cabe destacar que para poder someter la cuestión a referéndum se han tenido que recoger hasta 175.000 firmas y la cuestión de la vivienda, asimismo, ha ocupado un espacio central en los programas y en los discursos de algunos partidos.